El entrenador del Mérida, Fabri González, empezaba diciendo que "es duro responder a ninguna pregunta". Reconocía el entrenador romano que "no hemos estado todo lo fino que debíamos" añadía que "no hemos entrado bien en el partido, no hemos creado ocasiones y se ha empatado". A pesar de esas palabras el entrenador está "muy contento con el equipo" reconociendo su culpa en "la carga de trabajo" y hablaba de "no tener la motivación precisa".