Puede ser más o menos habitual que después de tantos años en la élite, cogiendo y soltando jugadores, un equipo se enfrente a menudo a profesionales que ha tenido en su seno en el pasado. Sin embargo, el caso del Cáceres-León del próximo viernes tiene algo de especial: los tres ex que llegarán con el conjunto visitante encierran un enorme simbolismo dentro de épocas importantes del baloncesto verdinegro.

Son José María Panadero --cacereño, para más inri --, Pedro Rivero, Mike Higgins y Dani García, cuatro elementos fundamentales de un equipo que marcha en la quinta posición de la tabla con ocho victorias y cuatro derrotas.

Una espina sin sacar

En realidad, Panadero, formado en el colegio Extremadura y gran amigo del ahora verdinegro Nando Vicario, nunca llegó a debutar con el Cáceres en la ACB, aunque sí en varios partidos de competición europea. Es un caso atípico de jugador que no ha tenido la posibilidad de triunfar en casa . Se construyó una sólida carrera de alero intermedio (Melilla, Fórum, Cantabria, Zaragoza, Gijón) y casi todos los veranos negociaba para regresar: unas conversaciones que nunca culminaban. Las últimas, hace unos meses. Ahora está ofreciendo su eficaz tiro exterior en León (13,0 puntos con 40% en triples en 27,5 puntos), aunque arrastra algún problema físico.

El recuerdo con Pedro Rivero es mucho más reciente. Formó parte del equipo de los siete magníficos que durante la pasada campaña mostró un enorme orgullo y profesionalidad para mantener la categoría, a pesar de que se pasaron varios meses sin cobrar. Base eléctrico y anotador, actualmente promedia 8,7 puntos y 2,1 asistencias en 20,5 minutos. En León se ha reencontrado con el veteranísimo (37 años) Higgins, que sí abandonó el Cáceres la pasada temporada para aportar un trabajo estupendo que no se percibe en los números (4,1 puntos y 4,4 rebotes en 18,8 minutos).

Para Dani García --del mismo nombre que el entrenador del Plasencia, curiosamente-- también queda cierta amargura. El ala-pívot, de larga experiencia en la ACB, regresará al multiusos con el recuerdo de que formó parte del Cáceres que descendió a la LEB hace ahora año y medio. Posee un triste récord: ha bajado con cuatro equipos distintos. También tiene protagonismo (9,6 puntos y 3,9 rebotes en 22,3 minutos).