Según el entrenador local, a su equipo le faltó ayer "ese instinto asesino que hay que tener de cara a la portería contraria. Sobre todo durante la primera parte tuvimos ocasiones claras para haber ampliado el tanteo y nos perdimos en adornarnos a la hora de rematar. Y eso, claro, nos pudo pasar factura en inferioridad". No quiso hablar de la labor arbitral, aunque matizó que "si se quejan de que en la jugada del gol puede haber mano, que no lo sé, ha habido varias jugadas en las que hemos salido claramente perjudicados. Entre ellas un penalti bastante evidente". Eso sí, fue práctico y sincero al asegurar que "hay que estar contento tras el triunfo".