"¡Nos has robado! ¡Nos has robado! ¡Nos has robado!..." Y así hasta en una veintena de ocasiones --según el acta arbitral-- se dirigió David Rocha, capitán del Cacereño, al colegiado vasco Ander Zarrabeitia Arrieta tras el gol del Guadalajara en el minuto 92, el del empate a dos, un tanto que hacía que dos puntos volaran del casillero de los verdes.

Rocha, ya arrepentido de su "calentón", explica su airada reacción, que fue el colofón a diez minutos de juego en los que "la dinámica del árbitro era pitar todo en contra nuestra, nada a nuestro favor". Según el capitán del Cacereño, que al menos se perderá el partido del domingo ante el líder, el Lugo, la gota que colmó el vaso fue una falta no señalada sobre Palero en la jugada del segundo gol del Guadalajara, en el tiempo añadido. "No la quiso pitar", recalca.

"Me equivoqué", añade el centrocampista verde. "Cuando estás en caliente no piensas lo que dices, aunque en ese momento yo sentía que era un robo", agrega. Tras su paso por la ducha, Rocha recapacitó y se fue al vestuario del árbitro a pedirle perdón, "porque había perdido las formas, aunque en ningún momento llegué al insulto personal".

El acta de Zarrabeitia Arrieta, que no recoge las disculpas del jugador, añade también que Rocha le impidió alejarse "en dos ocasiones, poniendo sus manos en mi pecho". El jugador confía en que la sanción que hoy le imponga el juez de competición no pase de un partido por la roja.

"Me duele mucho perderme el partido ante el Lugo por una acción de pardillo", se lamenta Rocha, que cuenta que tenía totalmente superados sus pequeños problemas físicos: "me da coraje no poder ayudar el domingo a mis compañeros", reitera.

"Merecimos más"

Respecto al empate, Rocha lo tiene claro: "Merecimos más, hicimos un gran esfuerzo para remontar su gol inicial, creo que el 1-0 que el resultado reflejaba al descanso era injusto".

Fijándose en la clasificación, los últimos dos empates logrados por el Cacereño ante el Leganés (2º) y el Guadalajara (7º) no son malos, pero "nuestra sensación no es la de haber ganado dos puntos, sino la de haber perdido cuatro", algo que deja claro las ganas de un equipo que quiere salir de abajo pero que sigue coqueteando con los puestos de descenso.

Llegados a este punto, toca pasar página y centrarse solo en el próximo rival, un hueso que ha ganado sus últimos seis partidos y que no pierde desde el 9 de octubre, cuando cayó ante el Guadalajara. La última víctima de los gallegos ha sido un Cerro plagado de juveniles que ahora es el farolillo rojo del grupo I de Segunda División B.

"El Lugo es el equipo que más me ha gustado en esta liga", dice el capitán verde rememorando el partido de la primera vuelta (2-0).