Después del sufrimiento continuo al que se ha visto sometido, cualquier aficionado del Extremadura hubiera firmado jugarse la salvación matemática en Segunda B a un triunfo en el último partido del año en el Francisco de la Hera (penúltima jornada de liga). También Juan Sabas, el entrenador que ha capitaneado esta remontada histórica. Cogió al equipo con 14 puntos en el inicio de la segunda vuelta y ha sumado ya más del doble. Ha reconocido, en varias ocasiones, que de camino de Madrid a Almendralejo, en su primer día, sabía que era uno de los mayores retos de su vida. Ahora está a 90 minutos de conseguirlo, junto a todo el Extremadura.

-¿Pensó alguna vez que podría salvarse el Extremadura antes de la última jornada?

-Lo piensas a medida que pasan las jornadas porque ya fuimos capaces de salir del descenso y, sobre todo, porque he comprobado la capacidad que tiene este grupo para sufrir y encarar partidos competitivos. Siempre tuve fe en ellos.

-Todo el mundo da por hecho un triunfo este domingo ante el Sanluqueño (20.00 horas). ¿Le incomoda esa euforia desmedida?

-No puedo controlar lo que piense el aficionado. A mí tan solo me preocupa lo que piense el vestuario de puertas para adentro y ahí sabemos lo difícil que será ese partido. Aquí las cosas han sido difíciles siempre, en todos los partidos. Ya hemos tenido que frenar momentos de euforia y hemos recibido algún que otro escarmiento.

-Pero es evidente que es un partido obligatorio para ganar...

SEnDNuestra mentalidad debe ser esa. Tenemos que salir al terreno de juego a superar al rival en todos los aspectos. Piensa que nos estamos jugando todo el trabajo de esta remontada en 90 minutos. Hay que dejarse todo en el campo.

-¿Tiene claro qué le va a decir al equipo antes del choque?

-Siempre buscamos un punto extra de motivación, pero sin pasarnos. Este grupo está muy mentalizado de lo que nos estamos jugando. Sabemos perfectamente que si no afrontamos el partido con humildad y al cien por cien, no lo vamos a ganar. Ya nos ha pasado, que pensábamos que íbamos a ganar algunos partidos sin bajarnos del autobús y no ha sido así. Nuestra afición es muy buena, pero tenemos que ganar el partido nosotros. Con más trabajo que el contrario.

-Sabas ha quedado claro que, por encima de los nombres, juegan los hombres. ¿Es así?

-Yo no entiendo ni de nombres ni de hombres. Solo entiendo de los futbolistas que tengo. Cada domingo busco el once más competitivo que ofrezca el máximo rendimiento a este club. Me da igual cómo se llame o si cobra más o menos. Solo miro el rendimiento deportivo de cada uno.

-Cuando aceptó el reto de dirigir este equipo, ¿pensaba que iba a ser más o menos difícil?

-Me centré en hacerle ver a la gente que con fe y trabajo se pueden lograr las cosas. Sabía que me encontraba a un equipo anímicamente muy tocado y necesitaba cambiar rápido pautas de trabajo a nivel defensivo porque éramos los más goleados. Todavía no nos hemos salvado.

-Dígame, ¿le ha sorprendido la afición de Almendralejo?

-Tengo que reconocer que sí. La conocía de Primera División y sabía que era gente grande. Pero ver a esta misma afición dos categorías más abajo y de la misma manera, eso no se ve en muchos lugares. Seguir a un equipo que lleva más de media liga en descenso y hacerlo con esa entrega, es increíble. Hemos sabido enganchar a más gente y hemos hecho una comunión perfecta para, entre todos, sacar esta situación.

-Es evidente que usted ha sabido conectar con la grada. ¿Cuál es el motivo?

-Un técnico puede conectar con la grada si sacas resultados, seamos realistas. A mí me gusta que me vean como a un tipo que lo da todo, igual que cuando era futbolista. Entiendo que haya gente con otros pensamientos de fútbol, pero cada uno tiene su estrategia. Me siento respetado y querido, aunque si nos salvamos, prefiero que todo ese cariño se refleje más en los jugadores que en mí.

-Si le ponen un contrato de renovación por delante antes del partido de este domingo, ¿lo firmaría?

-No. Ahora no me preocupa eso. Solo me preocupa ganar al Atlético Sanluqueño. Nada más. Ahora no puedo perder tiempo en pensar en renovaciones ni en futuros. Solo en ganar el partido. Luego ya veremos.

-Dice el presidente que, si salva la categoría, hará el Camino de Santiago. ¿Se une usted?

-No entiendo por qué no, pero he escuchado al presidente que lo haría cortito. Y eso no me gusta. Me uno, pero hay que hacerlo entero. En este equipo hemos demostrado que los retos se pueden conseguir desde el inicio. Acepto la propuesta, pero entero.