Ciudad de Plasencia: Luis, Juanfran, Diego, Kolo, Chanca, Chechu, Juanqui Aguinaco, Fran Díaz, Chencho, (Víctor, min.59), Chechu (Nacho, min.74), Santi, y David Alejo (Mahamadou, min.80).

Imperio de Mérida: Juli, José Angel, Barrios, Raúl Morales (Pata, min.77), Pepe, Chico, David Mora, Paquito, Cristian, Piji y Valentín (Vitoria, min.63).

Gol: 1-0: minuto 3, Chechu.

Arbitro: Pavón Guillén (3) Excelente. Amonestó al local Kolo y al visitante Pepe.

Incidencias: Partido de la tercera jornada del Grupo XIV de Tercera División disputado ante unos 160 espectadores en el estadio de La Vinosilla, en una mañana calurosa y ventosa.

Semana redonda para el Ciudad de Plasencia en la que ha sumado seis puntos y que hace olvidar su mal arranque liguero con dos derrotas en dos partidos. Los magenta se impusieron el miércoles a la UP Plasencia en el derbi local y ayer al Imperio de Mérida con un ajustado 1-0.

En ambos encuentros, los de Aitor Bidaurrázaga inauguraron el marcador a las primeras de cambio. Ayer, el gol de la victoria fue obra de Chechu a los tres minutos, cuando se aprovechó de un despeje del meta Juli a un disparo de Santi. Este tempranero tanto supuso un jarro de agua fría para los de Pacomio, que no levantaron cabeza hasta la media hora de juego, ya que hasta entonces las únicas ocasiones fueron locales. Fue Valentín quién, de cabeza, remató a las manos de Luis, que detuvo sin problemas.

Justo antes del descanso, Chechu pudo poner en franquicia a los suyos, pero inexplicablemente envío flojo a las manos de Juli en lo debió ser el 2-0.

DESGASTE FISICO La segunda mitad pesó en lo físico a ambos conjuntos, que notaron haber jugado jornada entre semana. Aunque el dominio correspondió al Imperio, los visitantes nunca pusieron en aprieto alguno a la zaga local. Los de magenta se limitaron a aguantar e intentar buscar el contragolpe con un David Alejo que acabó fundido de tanto intentanlo y pelear en solitario con la defensa imperialista. Un disparo de Santi que se marchó fuera fue lo único reseñable en esta segunda mitad, bastante anodina en cuanto al juego.

Mención aparte corresponde hacer al colegiado Pavón Guillén, que estuvo magnífico, dejando jugar e interpretando como nadie la ley de la ventaja. Lección de arbitraje para sus colegas, ya que demostró que las tarjetas son un mero recurso y que el respeto se gana dejando todo el protagonismo a los jugadores. Fue, sin duda, la figura del partido.