Suena a película antigua, a algo que ya se ha escuchado cientos de veces en Cáceres durante los últimos años, pero la realidad está ahí ya, latente: el nuevo club de baloncesto de la ciudad tiene los días contados si no consigue un empujón económico en breves fechas.

El recién nacido proyecto puede irse a pique ya mismo por falta de liquidez. Durante estos días a los jugadores les correspondería cobrar el mes de septiembre, pero el Cáceres Destino Turístico carece de dinero para hacerlo. Así de crudo, cuando solamente se han disputado tres partidos de la Liga LEB.

Los directivos se plantean ya el abandono y la retirada de la competición si no hay una solución permanente a una situación que se barrunta desde hace semanas.

La explicación es sencilla: hasta ahora sólo se ha ingresado lo que han abonado los socios, una cifra baja --90.000 euros, unos quince millones de pesetas-- debido al recorte de los precios. El resto de vías de financiación para completar un presupuesto de 1,1 millones de euros (unos 180 millones de pesetas) está en suspenso. El Ayuntamiento de Cáceres aún no está en condiciones de abonar la subvención, el resto de las instituciones no se ha pronunciado todavía, la Caja de Extremadura ha anunciado que no apoyará por el momento y las empresas locales están a la espera de formar algo similar a un patronato para especificar su aportación.

ALREDEDOR DEL CREDITO

Hay una cuestión decisiva que afecta a caja y empresas y que seguramente está ahogando al Cáceres: los 180.000 euros (30 millones de pesetas) que la entidad bancaria reclama a tres exconsejeros de la extinguida sociedad anónima deportiva a cuentas de una póliza de crédito para conseguir que se adelantase una subvención. Mientras esto no se solucione, las puertas de Caja de Extremadura no estarán abiertas para el nuevo proyecto. Su confianza es fundamental para que el nuevo club funcione, no ya por la habitual aportación publicitaria sino alrededor de otra serie de cuestiones, como la negociación de pagarés y demás operaciones.

Mientras, Pedro Núñez, Eduardo Chacón y Abelardo Martín --los tres exconsejeros del conflicto-- también son figuras decisivas para que el Cáceres consiga el refrendo del tejido empresarial cacereño. El almuerzo de hace unos días organizado por José María Saponi, el alcalde de la ciudad, pudo empezar a clarificar la situación y otros hombres de negocios de la capital se ofrecieron a ser solidarios con el problema con la caja. Ese entendimiento --que no costaría más de 30.000 euros (cinco millones de pesetas) a cada uno de los doce o trece empresarios-- supondría la salvación momentánea.