Supersticioso como pocos, el técnico no hará experimentos. Los números le avalan. La selección española es la única invicta del torneo, tiene el mejor ataque y la defensa más sólida.

Marchena se asienta yse despejan las dudas

Mucho se había hablado de la fiabilidad de la defensa española antes de iniciarse la Eurocopa. Se trataba, sin duda, de la línea más cuestionada. Se temía, especialmente, el rendimiento de Puyol tras una temporada irregular en el Barça y, sobre todo, del alocado Marchena. La competición ha despejado las incógnitas y la pareja de centrales funciona a la perfección. La mejor prueba fue el partido ante Italia. Entre ambos desquiciaron a Luca Toni. Nunca perdieron la posición y se ayudaron perfectamente. Peor le van las cosas a Sergio Ramos, impetuoso en el ataque y despistado en la defensa. Capdevila está cumpliendo con garantías por la banda izquierda.

Los números son claros. España es la defensa menos goleada del torneo. Solo ha encajado tres tantos, uno menos que Alemania. Y el bloque de Aragonés también es el que menos ocasiones concede. Casillas, acostumbrado a multiplicarse en el Madrid, solo ha tenido que hacer siete paradas con el balón en juego.

Cesc y Cazorla, losrevulsivos del técnico

Aragonés siempre ha comentado que la única vía para que España llegue a la cima es a través de la posesión del balón, del toque y el desgaste del rival. Esta versión ha encontrado su escenificación perfecta en la medular formada por Iniesta, Xavi y Silva. La selección comanda las estadísticas de pases realizados y comparte con Portugal, ya eliminada, el liderato de la posesión del balón, pero esa fórmula no ha acabado de dar el rendimiento óptimo.

Mientras la defensa se mantiene como la línea más estable (Casillas, Ramos, Marchena, Capdevila y el pivote Senna son los que acumulan más minutos, 311), en el centro del campo se ha generado ya más de un debate. Iniesta es el jugador más cuestionado. Está incómodo en la derecha, donde pierde protagonismo y visión de juego. El técnico lo ha sustituido en los cuatro partidos, pero parece que seguirá confiando en él. También Xavi tiene sus detractores, que critican su falta de empuje a la hora de atacar.

La segunda versión, con Cazorla y Cesc como recambios naturales, ha aportado mayor frescura en los momentos difíciles, aunque parecen destinados a seguir como revulsivos.

Villa y Torres esperanbrillar con espacios

En las horas posteriores al partido ante Italia surgió el rumor de que Aragonés tenía previsto sentar a Villa para dar entrada a Cesc, reforzar aún más el centro del campo y dificultar el juego de ataque ruso. También se barajó la ubicación del cerebro del Arsenal en el puesto de Iniesta o la opción de Cazorla en la posición del manchego. Sin embargo, parece que todo seguirá como al principio. Sería lo lógico, sobre todo en cuanto a Villa. No tendría demasiado sentido prescindir del pichichi, que puede disfrutar de muchos espacios entre la inexperta zaga rusa.

El ataque español es el mejor de los cuatro semifinalistas, con ocho tantos marcados, seguido de Rusia y Alemania, con siete. Sin embargo, el equipo de Hiddink es el que permite más ocasiones al rival. Su portero ha tenido que intervenir en 27 ocasiones, un dato ideal para Villa y Torres. El delantero madrileño, que fue sustituido el domingo, concibe la semifinal ante Rusia como el partido ideal para recuperar su mejor versión, la del goleador del Liverpool.