La unión profesional entre el pívot Shaquille O´Neal y Kobe Bryant llegó ayer a su final después de ocho años de ser compañeros en Los Angeles Lakers con el traspaso del primero a los Heat de Miami, que es su nuevo equipo.

Pero mientras O´Neal, de 32 años, comenzó ayer su tercera etapa como profesional envuelto en la euforia y entusiasmo que ha generado en Miami su traspaso, la primera fue con los Magic de Orlando, el futuro de Bryant, que decidió entrar al mercado de los agentes libres sin restricciones después de siete temporadas con los Lakers, es un completo misterio e incógnita.

Nadie sabe si Bryant, de 25 años, quiere seguir con los Lakers, que le van a ofrecer el máximo de dinero con un contrato de siete temporadas y 140 millones de dólares, o prefiere la oferta de Los Angeles Clippers, que ya han adaptado el nuevo tope salarial para darle también más de 14 millones de dólares anuales.

Los Clippers enviaron a Melvin Ely y a Eddie House al nuevo equipo de los Bobcats de Charlotte a cambio de dos jugadores a elegir en la segunda ronda del sorteo universitario y eliminaron en

2,5 millones en el pago de la nómina del equipo.

Elgin Baylor, vicepresidente ejecutivo de los Clippers, al comentar el traspaso, no mencionó a Bryant como el objetivo principal que tienen a la hora de los fichajes, pero insinuó también que el equipo estaba buscando "oportunidades potenciales".