Lo que se diga sobre este partido se podrá repetir perfectamente en los siguientes: es importantísimo de cara a la lucha por la permanencia y será muy complicado porque el rival es uno de los de arriba. La diferencia es que para el Cacereño, jugar ante el Universidad de Las Palmas (12.00, Príncipe Felipe) debe servir para reanimarse después de dos derrotas amargas que le han vuelto a meter en muchos problemas en la clasificación.

No han sido días fáciles para el conjunto de Angel Marcos, frustrado por perder en Lanzarote (2-1) con polémico arbitraje --pese a que perdió la iniciativa en el marcador jugando con uno más-- y temeroso de un calendario que le reserva a todos los grandes de la categoría prácticamente seguidos. Todo puede permitírselo este equipo menos meterse en una dinámica de derrotas que seguramente daría con sus huesos en Tercera División.

La dificultad añadida es que dos de los defensas más habituales en las alineaciones, Tito y Tomás, son bajas, lo que obligará a Marcos a recomponer la zaga. Lo más probable es que el centro lo ocupen Roberto Rodríguez y Cazorla, con la duda en los laterales: o Palero o Antonio en la derecha y o Dieguito o Julio en la izquierda.

Por lo demás, la eterna incógnita de quién ejercerá de nueve . Ante la reveladora estadística de los delanteros tradicionales --los recién fichados Agro, Leandro y Salva no jugaron ni un minuto en Lanzarote y siguen sin marcar desde que llegaron--, quizás se repita la fórmula de Rocha como enganche y Rai como hombre más adelantado. Para el técnico del Cacereño, que el campo esté pesado no obliga a poner a jugadores de más peso, sino más bien todo lo contrario.

"El Universidad de Las Palmas es un buen equipo, con jugadores ya con mucho recorrido en esta categoría y en las superiores", analizó Marcos sobre el oponente, tercero en la clasificación y con serias opciones de liguilla. Pero no hay miedo en Cáceres: "Respetando a todos, podemos ganar a cualquiera", destacó el entrenador.