Valencia, Barcelona, Real Madrid y Deportivo comienzan la segunda vuelta de la fase de grupos obligados a despejar las numerosas dudas que han suscitado en las tres primeras jornadas de la Liga de Campeones, necesitados de triunfos para aclarar su camino a los octavos de final.

La ronda de revancha, en la que repiten el último enfrentamiento pero en campo contrario, es prácticamente decisiva para Valencia y Deportivo y muy importante para barcelonistas y madridistas.

El Valencia viaja a Milán más apurado que nunca, porque desde que perdiese el 29 de septiembre, en Alemania, contra el Werder Bremen, no ha hecho más que sumar decepciones.

Goleado hace dos semanas por el Inter (1-5), sólo la victoria le permitirá encarrilar una clasificación que, en caso contrario, se complicaría demasiado si, como se prevé, el Bremen derrota en su campo al Anderlecht belga.

Malas perspectivas

No lo tiene mejor el Deportivo, último clasificado del grupo A, que parte con la única ventaja de haber igualado sin goles en Anfield, dos semanas antes.

La victoria, en Riazor, sobre el Liverpool le dará ventaja sobre el equipo de Rafael Benítez, que se ha quedado para lo que resta de temporada sin el francés Djibril Cissé, que el sábado sufrió una fractura de tibia y peroné.

La presión sobre el Barcelona es más una cuestión de credibilidad, porque perdió en Milán (1-0), fue eliminado de la Copa por el Gramenet (Segunda B) y no pudo más que empatar a un gol en San Mamés, contra el Athletic.

El conjunto de Frank Rijkaard precisa un golpe de mano para que no se empiece a hablar de cansancio en una plantilla corta, ni se cuestione el estado de forma de Ronaldinho.

Para el Real Madrid, por último, el viaje a Kiev es la prueba casi definitiva de su recuperación en Europa. Le espera el clásico partido que detesta: con frío y frente a un rival incómodo, que ya le creó problemas en el Santiago Bernabeú (1-0).

Del resto de la cuarta jornada, destaca la revancha del Bayern contra el Juventus, que se impuso en Turín por 1-0 y es líder del grupo C. El Bayern no levanta cabeza en Alemania.