A sus 34 años, el más veterano de los candidatos al cetro mundial, Mark Webber, que no es ni favorito para los de su equipo (todos los cariños de Red Bull son para Sebastian Vettel), ha decidido hacer la guerra por su cuenta y ser tan bueno y regular que es capaz de conseguir cinco poles y cuatro victorias como si nada. Es el más constante, no el más brillante. Y no le importa. Es el que menos ha fallado porque, ciertamente, es el que menos ha arriesgado. "Sé que a muchos no les gusta mi forma de plantearme, no ya el Mundial, sino todas las carreras. Una cosa tengo clara: ganará el más regular. El título no se gana en un gran premio y, sin embargo, lo puedes perder".

Webber, que ha renovado por un año por Red Bull, decisión de la que ya se ha arrepentido, considera que "no hay mayor recompensa que verte lider del campeonato tras una buena, regular o mala carrera". El australiano ha pedido a su equipo que se pronuncie en esta recta final del campeonato y jamás, jamás, ha obtenido una respuesta concreta. El, como todos, sabe que su equipo desea que sea Vettel quien se proclame campeón del mundo.