Ha sido un año complicado. Excesivamente complicado para Fernando Alonso. Cuando empezó el Mundial en el mes de marzo, en Australia, nada hacia presagiar el desenlace que guardaba el gran circo para los aficionados, sobre todo los españoles. Ninguno de los aficionados creía que el rival a batir estuviera en nuestra propia casa. Y que fuera a ser tan duro, tan rápido y con unos guardaespaldas tan fuertes como la FIA y la temida prensa inglesa.

Realmente, nadie pensaba que Lewis Hamilton, en su primer año, podría hacerle sombra a magic . Pero vaya si lo ha hecho. Estábamos acostumbrados a ver a Fernando superar sobradamente a sus compañeros. A veces de manera humillante, como en GP de Hungría de 2003, cuando Alonso consiguió su primera victoria y, de paso, doblar a su compañero. Por entonces Jarno Trulli.

Por todo esto, cuando este año comenzamos a ver al inglés superar al español nos preocupamos. Pero cuando nos enteramos de las cosas raras alrededor de McLaren y la competición nos cabreamos. Cosas raras que pocas veces (o nunca) se habían visto en esta competición y que llevaron a Alonso a manifestar que "ya nunca más consideraré la F1 como un deporte".

Bahrein

Llegaban los pilotos a la tercera cita mundialista con Fernando líder del campeonato tras su exhibición de Malasia, dándole a McLaren su primera victoria desde 2005. Durante la noche del viernes ocurrió un extraño incidente. Uno de los plafones del box del equipo inglés caía sobre el MP4-22 de Alonso. El coche de sustitución no fue nada bien durante la calificación ni la carrera. El asturiano quedó quinto y el Mundial con un triple empate entre Raikkonen, Hamilton y el ovetense. Ya se presagiaba que eran los candidatos al título.

Mónaco

El circuito monegasco asistió a una nueva exhibición de Fernando Alonso. Salió desde la pole position , dominó la carrera de principio a fin y venció en la prueba. Al finalizar la carrera, Hamilton se quejó a la prensa inglesa de que no le habían dejado luchar por la victoria con su compañero. La prensa británica veía muchas posibilidades en su chico de oro y comenzó su particular cruzada contra el asturiano. Además, Hamilton hace llegar una queja a la FIA acusando a McLaren de órdenes de equipo. Inusual en cualquier caso. La FIA estudia el asunto y al poco deciden que no hay lugar a la queja. Después de este año, también resulta sorprendente que no sancionaran a Fernando.

Canadá y EEUU

Durante la gira americana, la suerte y alguna decisión de equipo perjudicaron gravemente a Fernando Alonso. Lewis Hamilton aprovechó las dos carreras para colocarse en cabeza del Mundial y, de paso, conseguir un colchón de puntos importante.

En Canadá, el piloto asturiano sufrió la mala suerte y la nueva reglamentación de la FIA. Durante la carrera, Fernando tuvo varias escapadas que mostraban síntomas de falta de agarre en su monoplaza. Pero lo peor estaba por llegar, una vuelta antes de su primer repostaje, el safety car hacía acto de presencia en el circuito canadiense debido a un accidente de Sutil. Al asturiano, como a Rosberg, no le quedó más remedio que entrar a repostar y fue sancionado con un stop and go . Volvió a la pista en decimotercera posición y, tras una gran remontada, otra salida de pista y unos neumáticos desgastados le relegaron a la séptima posición.

En EE.UU. asistimos a la misma situación que en Mónaco. Esta vez fue a Alonso al que no dejaron luchar por la victoria con Hamilton. En esta ocasión, la prensa inglesa calificó de acertada la decisión de Ron Dennis para no poner en peligro el doblete en el circuito de Indianápolis.

El asturiano, a diferencia de su compañero, no se quejó ante la FIA aunque estuviera enfadado. Toda una lección que el inglés debía aprender.

Francia no fue un circuito propicio para los planes del asturiano. Una avería en la caja de cambios le impidió completar una sola vuelta en la Q3. Comenzaba la carrera en décima posición y terminaba séptimo.

Europa

A finales de junio, se celebró el Gran Premio de Europa. Durante la Q3, Lewis Hamilton sufrió un grave accidente que le obligó a pasar por el hospital.

Hasta cinco pilotos se salieron, uno tras otro, en la misma curva (uno de ellos el inglés de McLaren). Una grúa entró en escena y volvió a colocar a Hamilton en el circuito. Algo insólito en la historia de la Fórmula 1.

Hungría

El campeonato llegaba a el país magiar con los dos primeros en dos puntos. El fin de semana deparó tensiones, polémicas y vergonzosas decisiones de la FIA.

Las tensiones se dispararon. Alonso debía disponer de una vuelta extra para la pole . Los pilotos de McLaren llevaban turnándose todo el año. Hamilton se colocó primero y no dejó pasar a su compañero, pese a que durante varias vueltas, el asturiano reclamaba esa posición por radio.

Las polémicas saltaron durante el último cambio de ruedas, Fernando se quedó parado esperando que su equipo, desde el muro, le diese luz verde para salir y no encontrarse tráfico en su última vuelta. Como consecuencia de esto, a Hamilton no llegó a tiempo para dar esa vuelta extra que le robó al asturiano. El resultado en pista fue: Alonso pole y el inglés segundo. Al finalizar la rueda de prensa, el piloto inglés reclamó una investigación a la FIA. Lewis testificó contra su compañero y su equipo.

La FIA sancionaba a Alonso con la pérdida de cinco puestos en la parrilla de salida. Dicha sanción no se amparaba en ningún artículo del reglamento. El inglés ganó la carrera y Magic .

Bélgica

El circo llegó al mítico circuito de Spa apenas dos días después de la sanción a McLaren por espionaje. La prensa inglesa y alemana era un clamor en contra de Fernando por facilitar varios emails a la FIA que fueron decisivos en la sanción a la escudería. Alonso, tras recibir amenazas, no tuvo más remedio que colaborar. Hamilton no aportó ningún dato.

En la salida, Alonso y Hamilton se emparejaron, y el inglés terminó saliéndose por la escapatoria. La prensa inglesa de nuevo atacaría sin pudor al asturiano por esta acción.

Japón y China

Durante el periplo asiático, se vivieron momentos de enorme tensión. Fernando sufrió errores incomprensibles. En las dos calificaciones, sus neumáticos serían defectuosos, con unos niveles de presión fuera de lo normal, evitando que luchase por la pole . Además, Hamilton no sería sancionado después de un comportamiento más que ilegal tras el safety car en Fuji.

Tras la Q3 de China, donde Alonso perdió más de medio segundo, el asturiano explotó y se despacharía a gusto con todos. Fue el penúltimo capítulo de un año para olvidar en muchos aspectos.