Carlos Sainz empezará, el 24 de enero en Montecarlo, su Mundial número 16. Y lo hará con uno de los coches más competitivos del momento, el flamante Citroën.

Todos pensaban que se retiraría...

--He vivido dos meses muy complicados. Más por la incertidumbre que por la pena de quedarte en tierra pues, al fin y al cabo, eso le puede pasar a cualquier. Pero, sí, me he salvado en el tiempo añadido, pues el partido concluyó cuando todos los coches oficiales tenían ya piloto y no quedaba ningún hueco.

¿Qué ocurrió para que al final tuviese un buen coche?

--Pues algo tan sencillo como que todas las partes tenían un interés maravilloso, porque sólo puedo calificarlo así, de que yo pudiese seguir en el Mundial y al más alto nivel. Primero, Citroen, que modificó su idea de debutar en el Mundial con sólo dos coches, los de Colin McRae y Sébastien Loeb, para poder ofrecerme el tercer Xsara; segundo, yo, que no quería lanzar la toalla pues todavía me veo capaz de ganar rallys y, por tanto, no me ha importado rebajar mis ingresos, aunque no me quejo de lo que voy a cobrar; y, tercero, el apoyo de Telefónica, que sigue confiando en mí.

¿Qué sabe de su nuevo equipo?

--Lo imprescindible: que quieren ganar. He probado el coche y puedo asegurar que tiene unas posibilidades enormes, aunque me gustaría ser prudente, pues todavía no lo he pilotado lo suficiente como para opinar. Sobre el equipo le diré que es nuevo, joven y que tiene, como yo, una ganas enormes de hacerlo bien. ¿Ganar? Por supuesto, si no no estaríamos aquí. Saben que hay que trabajar mucho en el coche para que sea tan competitivo en tierra como lo es en asfalto. Pero lo mejor de este equipo es que lo tienen todo, todo, para mejorar. Una ilusión loca por hacerlo bien y una ilusión loca por mejorar.

¿Que será lo más duro?

--Lo más duro será empezar, tomar contacto con la competición tratándose de un equipo nuevo, inexperto. Pero ahí estamos Colin (McRae), con el que me llevo muy bien y con quien llevo compartiendo equipo hace años, y yo mismo para aportar la experiencia necesaria para que Citroen no acuse su juventud. El arranque será muy importante porque es duro, muy duro, pues Peugeot se muestra intratable y Subaru ha terminado el año ganando. Ellos serán los adversarios más temibles.

¿Lamenta la despedida de Luis Moya como su copiloto?--Respeto su decisión. Ya a mitad de Mundial de este año me dijo que tal vez lo dejaría. A título personal me hubiese gustado que siguiese conmigo, pero estoy convencido de que con Marc todo irá bien. Conoce el coche, el equipo y tiene suficiente experiencia.¿Qué opinión le merece aquellos que se mofan de su mala suerte?--No me merecen ninguna opinión. Lo único que puedo decirles es que, tras 15 años en el Mundial, mi palmarés habla por sí solo. Ojalá todo el mundo tuviese la mala suerte que tengo yo, ¿no?

¿Qué opinión le merece aquellos que se mofan de su mala suerte?

¿De verdad cree que aún puede ser campeón?