El ciclismo español tiene a los mejores corredores; a uno de ellos, Alberto Contador, en el olimpo de la bicicleta y con su nombre asociado a los grandes mitos de este deporte como Gino Bartali, Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Eddy Merckx y Miguel Induráin. Sin embargo, en España, ni hay patrocinadores, ni mecenas que se atrevan a invertir en ciclismo, al tiempo que mueren carreras todos los años. Desesperante.

La crisis financiera ha obligado a Contador a emigrar al extranjero. Debate su futuro en seguir con los petrodólares kazajos o aceptar la oferta de Bjarne Riis, que pierde el año que viene a los hermanos Schleck y a Cancellara. Es decir, se queda descompuesto y sin novios. Eusebio Unzué no ha logrado convencer a ninguna empresa del IBEX 35 para que pueda continuar con garantías la obra iniciada por José Miguel Echávarri con el histórico Reynolds.

Un campeón precoz

Al Euskaltel le falta un millón de euros para mantener la estabilidad el año próximo y poder seguir contando con su principal valor, el campeón olímpico Samuel Sánchez en la jefatura del equipo. Contador se compara, por méritos propios, con los mitos de la bicicleta. Y lo hace con solo 27 años, a una edad en la que la mayoría de los astros de todos los tiempos comenzaban a triunfar. El triunfa mientras en España no se hace otra cosa que suspender carreras. Hasta la propia Vuelta a España, una maravilla de prueba y que este año dispone de un recorrido apasionante donde los haya, no encuentra una firma que sostenga el gran premio y solo la bondad del Tour, que ha comprado la mitad del accionariado de Unipublic, la ha salvado de morir en las brasas. Desplazada a un horrible mes de septiembre busca figuras debajo de las piedras. Lamentablemente Contador no la correrá. Sería una locura hacerlo visto lo justito que ha acabado el Tour. Si va a la ronda española es para ganarla otra vez, no para acabar segundo.

El es ahora la tarjeta de presentación del ciclismo mundial. "Es más escalador que yo, pero igual de regular y tan completo como el que más para continuar ganando grandes vueltas". Es la palabra de Induráin, al que poco a poco se acerca Contador en títulos. "Seguirá triunfado. No me cabe duda. Pero debe corregir esta nota de vulnerabilidad que ha dejado impresa en la ronda francesa de este año". Es el consejo que le da Pedro Delgado.

Hay Contador en marcha para rato. Y por eso, no hay que perder la esperanza de que aparezca un chaval a su sombra que la Vuelta vuelva a ser la que era y que las empresas españolas superen la crisis para leer de nuevo anuncios en castellano, catalán, gallego o euskera en los maillots de las grandes estrellas locales como el tricampeón del Tour.