El delantero Ricardo Oliveira permanece en Brasil sin atender las órdenes de su club, el Real Betis, que ha negado al Sao Paulo la extensión de su contrato para tenerlo como refuerzo en el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, mañana ante el Internacional.

Los directivos del Real Betis pidieron al ariete brasileño presentarse al club el 12 de agosto, pero hasta ayer seguía en Sao Paulo a la espera de que su agente, Roberto Assis, hermano de Ronaldinho Gaúcho, logre convencer asegurar su participación en el último partido del torneo continental.

El contrato de cesión por tres meses de Ricardo Oliveira venció el 10 de agosto y el Real Betis se negó a ampliar el plazo para favorecer los planes del Sao Paulo, campeón vigente de la Copa Libertadores y que necesita de su fuerza máxima para remontar la derrota en casa por 1-2 ante el Internacional en el partido de ida de la final del 2006.

"Aún no sé cuándo voy a volver (al Betis). Mi agente está resolviendo el asunto", dijo ayer el jugador a la prensa. El equipo brasileño ha planteado hacerle un nuevo contrato de tres meses.