Recién llegada de Kazán, donde se colgó la plata en solo técnico y el bronce en solo libre, Ona Carbonell ha pasado este lunes por el Consejo Superior de Deportes (CSD) para quitar trascendencia al retroceso de la natación sincronizada española que se ha producido en los Campeonatos del Mundo, pese a su gran éxito a nivel individual.

"Sabíamos que iba a ser un Mundial muy difícil para todos, pero hay un trabajo magnífico que nos sirve de 'feedback' de jueces y entrenadoras. Necesitamos tiempo. Llegar es difícil, pero mantenerse más. Hemos aprendido mucho. Llevábamos muchos mundiales sin salir de las medallas y lo que ha pasado en Kazán nos va a ayudar sin duda, nos fortalecerá", ha dicho en rueda de prensa Carbonell, que para septiembre tendrá nueva pareja en dúo después de la experiencia en Kazán con Paula Klamburg, con la que obtuvo un quinto puesto, la misma posición alcanzada por el equipo libre, el equipo técnico, el combo y el dúo mixto.

"Cada campeonato es un aprendizaje. Salimos reforzados. Nos llevamos muchas cosas que tenemos que analizar... Nos hemos vuelto a ver con rivales que hacía dos años que no veíamos. Están Japón., China, los asiáticos en general, que teníamos menos controlados. Ahora podemos estudiar con detenimiento todos los pasos que han dado", ha señalado Ana Montero, directora técnica el equipo español, que ha admitido dificultades "para encontrar la pareja de Ona". "Es un portento y encontrar a otra deportista no nos está siendo fácil. Estudiaremos bien quién es la persona adecuada y para septiembre lo decidiremos", ha añadido.