ATLETICO: Leo Franco; Pablo, García Calvo (Aguilera, m.70), Perea; Velasco, Luccin, Colsa, Antonio López; Ibagaza; Richard Núñez (Salva, m.46), Fernando Torres.

OSASUNA: Elía; Expósito, Cruchaga, Josetxo, Clavero; Valdo, Pablo García, Puñal, Delporte (Moha, m.78); Webo (Muñoz, m.66), "Chengue" Morales (Milosevic, m.81).

ARBITRO: Luis Medina Cantalejo (Comité Andaluz). Amonestó a los locales Luccin (m.15), Antonio López (m.28), Ibagaza (m.67) y a los visitantes Morales (m.15), Cruchaga (m.26), Webo (m.27), Pablo García (m.31), Clavero (m.34), Muñoz (m.82), Elía (m.91).

Osasuna, de la mano del técnico mexicano Javier Aguirre, alcanzó la primera final de Copa de su historia, impulsado por la impotencia de un Atlético incapaz, no sólo de marcar gol alguno, sino de crear peligro con asiduidad o, al menos, de convencer de su garra a una afición que le despidió con una gran bronca, convencida de que ha echado el cierre a otra lamentable temporada.

Sin ideas, sin capacidad para volcar al campo la pasión que deseaba desatarse en las gradas, el Atlético cayó en la trampa de Osasuna, que se encontró cómodo con la ausencia de juego que ambos mostraron.

Aventuró el uruguayo Pablo García que iría a Madrid, "a la guerra" y demostró sus dotes de augur, porque Atlético y Osasuna no hicieron más que intercambiar golpes en todo lo que duró la primera parte.

Como si quedasen demasiadas cuitas pendientes tras dos partidos de Liga y otro de Copa, más pendientes por solventar discusiones inacabadas, los jugadores de ambos conjuntos ocuparon la la primera mitad en buscar al rival, en provocar encontronazos y desentenderse del balón.

A ritmo de una falta por minuto transcurrió el primer cuarto de hora y, aunque el promedio descendió ligeramente, no hubo posibilidad alguna de enlazar un par de jugadas antes del descanso.

Al Atlético, además, le sobró precaución. Angustiado por su falta de gol en el último mes, el técnico rojiblanco, César Ferrando, prefirió resguardar su meta de un tanto que obligase a su equipo a buscar la goleada.

El equipo del mexicano Javier Aguirre no se acercó más al gol que su rival, pese a que dispuso de numerosas ocasiones a balón parado para aprovechar la altura del uruguayo Richard Morales. Tan sólo un golpe franco lanzado por Pablo García y despejado de puños por Leo Franco, llevó algo de peligro a la meta rojiblanca (m.29).

MARADONA EN EL DESCANSO Se ahorró Diego Maradona, que ingresó al Vicente Calderón en el descanso, tres cuartos de hora de tedio, pero ni la presencia del astro argentino en el palco estimuló a los jugadores en el segundo tiempo.

Con Salva Ballesta en sustitución de Richard Núñez, el Atlético quiso tener más presencia en el área contraria pero no lo consiguió. El paso del tiempo no hizo más que aumentar su impotencia, descubrir las enormes carencias del equipo, que no pudo más que confiar en un golpe de suerte para empatar.

Pero no llegó, porque el Atlético no tuvo recursos suficientes y así Osasuna pudo festejar su primer pase a una final, la que disputará el próximo 11 de junio contra el Betis, gracias al único gol marcado por Valdo en Pamplona en el partido de ida.