A David (Israel) le quedan ya pocas piedras en su onda para intentar derribar al gigante Goliat (España). La ilusión del relato bibíco al que se aferraban los israelís para dar la gran sorpresa en las semifinales de la Copa Davis puede esfumarse hoy mismo si Andy Ram y Jonathan Erlich no logran ganar el punto del doble ante Tommy Robredo y Feliciano López (15.00, TVE-1), el único en el que Israel partía como favorito antes de empezar la eliminatoria en la Torre Golf Resort de Torre Pacheco. La séptima final de la Copa Davis para La Armada está muy cerca y solamente una monumental sorpresa le apartará de ella.

La diferencia entre los dos equipos es demasiado grande como para creer en milagros. España mostró la superioridad del campeón en las victorias de David Ferrer sobre Harald Levy (6-1, 6-4 y 6-3) y de Juan Carlos Ferrero contra Dudi Sela (6-4, 6-2 y 6-0). Los tenistas israelís no pudieron derribar a sus gigantes, como soñaban. David solo necesitó acertar con una piedra para tumbar a Goliat, pero en una pista de tenis hay que salir con más piedras en los bolsillos para derribar a un gigante como España, pese a no contar con Rafael Nadal ni Fernando Verdasco, lesionados pero presentes en el palco del equipo español para apoyar a sus compañeros. Aunque no hacía mucha falta.

SIN APUROS Ferrer se deshizo de Levy en 1 hora y 55 minutos sin demasiados problemas. Su rival, clasificado en el puesto 147 del mundo, con 32 años sobre sus espaldas y que jugaba su primer partido del año en tierra batida, no era el que en el 2001 ganó en Roma al mismísimo Pete Sampras, entonces número uno mundial.

Levy le puso voluntad, demostró buena mano con sus golpes, pero tanto por su físico --cojeaba de la pierna derecha-- como por su mentalidad está muy lejos de un Ferrer que solo tuvo que mantener un buen ritmo de juego para llevarse el punto.

Más le costó a Juan Carlos Ferrero. Sela sí que está al nivel de los españoles (número 29 del mundo) y puede plantarles cara. Lo hizo durante un set y medio, pero se agotó. "Es mi primer partido en tierra del año, en Israel no tenemos pistas así", se excusaba. "El primer set ha sido duro y me ha costado --admitió Ferrero--. He empezado encogido por la presión, pero Sela se ha venido abajo tras perder el segundo".

En el primer juego, el tenista valenciano malgastó los siete break points que tuvo tras una lucha de 12 minutos, aunque luego pudo romper en el quinto y apuntarse la manga. En el segundo, la igualdad se mantuvo hasta el 2-2, un cuarto juego de casi 20 minutos de lucha infernal en el que Sela desperdició cuatro break points y agotó las pocas pilas que le quedaban pese a los dos masajistas que intentaron recuperarle en el descanso.

Incluso tuvo que saltar por encima de la nevera de las bebidas tras una dejada de Ferrero. Después se hundió y encajó un 6-0 definitivo.

Pero a pesar de esta desventaja, los israelís se resisten a darse por vencidos. "Espero que Andy Ram y Jonathan Erlich ganen y el domingo será otra historia", valoraba Sela.

Y a su lado, el capitán Eyal Ran aún recordaba la historia de Goliat, la misma que mencionaron el día anterior poniéndose el traje del tapado . "Ahora es cuando se parece de verdad a un David contra Goliat", dijo recordando que "el resultado de los partidos no refleja la igualdad que ha habido en algunos momentos. Mis jugadores se han dejado el corazón y el alma y espero que sirva de inspiración para ganar mañana". Eso sí, tras admitir que están jugando "contra el mejor equipo del mundo, del que me sentiría orgulloso si fuera español y del que nosotros queremos aprender". Ahora ya solo queda que los españoles esquiven la piedra de su rival.