Extremadura también exporta baloncesto. El cacereño Jacinto Carbajal, de 27 años, dirigirá en la temporada que comienza al Caja Rural Albacete, de la Primera Nacional femenina. Es su primera aventura profesional fuera de casa después de desarrollar toda su carrera en el Iniexsa Cáceres 2016, a cuyo primer equipo llegó a entrenar durante año y medio.

"Voy con muchas ganas de hacerme valer. Para un extremeño parece condición casi obligatoria tener que irse", analiza Carbajal, al que, con un equipo semiprofesional, le han pedido el ascenso a una competición que él conoce muy bien: la Liga Femenina-2.

"Lo importante para un entrenador es entrenar. Puede parecer un paso atrás en cuanto a categoría, pero hemos hecho un buen equipo con intención de estar arriba y competir", añade.

Su historia de amor con el Iniexsa Cáceres se rompió abruptamente el pasado febrero, cuando fue destituido cuando el equipo marchaba en la mitad de la tabla. La complicada relación con las jugadoras fue la explicación del club. "Fue una salida no merecida, casi por la puerta de atrás, pero me quedo con la experiencia tremenda de siete años trabajando con la base, sacando jugadoras y llegando a ser entrenador profesional. Todo fue positivo... hasta el final", recuerda.

Carbajal lamenta el descenso de posibilidades para entrenar en Extremadura por la desaparición de varios equipos de EBA la pasada campaña. "Lo positivo va a ser que el nivel del baloncesto va subir con el equipo de LEB Oro", explica. También pide que más ciudades se apunten al baloncesto femenino más allá del bipolarismo Cáceres-Badajoz. Y ha apoyado entre bambalinas la creación de un nuevo club, el Al-Qazeres. "La intención es que las chicas sigan jugando en edad senior", afirma.