En el Cacereño hay preocupación, pero las alarmas no están aún definitivamente encendidas. La condición de colista del grupo IV de Segunda División B del equipo de Aitor Bidaurrázaga, adquirida involuntariamente tras la última jornada, se interpreta dentro del club como un dato más, sin dramatismo, y más teniendo en cuenta los antecedentes. Ni siquiera el técnico, en el que se confía ciegamente, está cuestionado. Más bien al contrario: quien decide, Antonio Martínez Doblas, el máximo accionista del club, ni se ha planteado su recambio.

Además, ayer se confirmó definitivamente que el defensa Toto podrá estar ya ante el Cartagena el domingo (16.45 horas, Príncipe Felipe) tras recibirse, por fin, el pase internacional desde Bolivia. Al mismo tiempo, el Cacereño podrá fichar a un jugador por el lesionado Juan Carlos Mejías salvando el examen médico que confirme que la baja será para más de cinco meses. Será Aitor Bidaurrázaga el que decida quién será el sustituto. En principio pretendía que fuera un delantero, aunque no se puede descartar otra opción, como reforzar la defensa. En los próximos días se agilizarán las gestiones para que ello se produzca, previsiblemente la próxima semana.

Mientras tanto, en la entidad quieren tirar de historia para restar importancia a la situación. Y es que la maldición de los inicios ligueros es un problema casi proverbial del CPC, pero también las hemerotecas dicen que, tras la tempestad, llega la calma en forma de buenos resultados. En los últimos años los números de los primeros dos meses no han sido nunca favorables. De hecho, el Cacereño se ha movido en similares cifras desde su ascenso, hace seis años. Aun así, incluso estuvo peor el año siguiente a subir. Con Angel Alcázar en el banquillo, en la temporada 2009-2010, solamente se había sumado dos puntos a resultas de otros tantos empates.

Tirando de hemeroteca, en la pasada temporada, con Angel Marcos al frente, tras cinco encuentros solamente se habían sumado cuatro puntos (uno más que en ésta) tras aquellos muy malos partidos de El Cuartillo perdiendo con remontadas del Algeciras (2-3), El Palo (1-2) o La Hoya (1-2). Los triunfos en Ecija, en la segunda jornada (0-1) y el empate en Lucena (0-0) fueron lo único fructífero de un equipo que después, con el anuncio de la vuelta al Príncipe Felipe, escalaría hasta la zona noble de la tabla clasificatoria.

Un año antes (temporada 2012-2013), con Julio Cobos al mando, también se sumaron cuatro puntos de 15 posibles, con una estadística llamativa: cuatro empates, todos ellos sin goles (Arroyo, La Roda, Jaén y Almería B) y sumando un solo tanto, en Melilla, paradójicamente en un encuentro que se perdió finalmente por 2-1.

Manolo, como también ocurriera con Alcázar, fue destituido en la 2009-2010, ya en noviembre y con el equipo último, y llegó el malogrado José Luis Montes para remontar el vuelo espectacularmente hasta el punto de que, como auguró el segoviano, en Navidades el equipo estaría incluso fuera del descenso.

A Pedro Pablo Braojos, el año siguiente, estuvieron a punto de despedirle tras otro nefasto comienzo, pero un milagroso triunfo ante el Ejido, con remontada incluida, marcó un antes y un después en positivo.

En esas dos temporadas el mismo balance en los primeros cinco partidos: cuatro puntos. Aitor Bidaurrázaga se había puesto como meta que el equipo iniciara, este año sí, la campaña con un buen registro. Lo hizo en el primer partido, con el 0-1 ante el San Roque de Lepe, pero han llegado cuatro derrotas consecutivas que han llenado de dudas el proyecto verde.

CAUSAS VARIADAS ¿No entrenar en el Príncipe Felipe con regularidad? ¿Las ausencias tras marcharse de hombres clave como Checa o Gaspar o la lesión de Mejías? ¿Los arbitrajes, como el de Lucena, ampliamente criticado por todo el club? Hay interpretaciones y excusas para todos los gustos, pero se vuelve a apelar a la paciencia para dar la versión optimista sobre el futuro.

Sí se piensa que el encuentro ante el Cartagena de Julio César Ribas será muy importante para rearmarse de moral. El equipo departamental, en otras temporadas en el grupo de arriba, solamente tiene un punto más (cuatro) que el Cacereño.

La presión será si se quiere mayor en los futbolistas visitantes, que solamente lograron el empate en su propio feudo ante el Melilla (2-2).