Parecía que este momento no llegaría nunca, pero al fin sucedió. José María Panadero, el baloncestista cacereño más brillante de los últimos diez años, podrá jugar al fin en el equipo de su ciudad, el recién nacido Cáceres 2016. Ayer fue presentado con honores y la etiqueta de ser el referencia anímica del vestuario, junto al también cacereño Juan Sanguino, y un hombre importante en la pista.

"Tengo 30 años. No estoy acabado y aún puedo aportar muchas cosas", afirmó, enormemente satisfecho, ante los periodistas. Su carrera tras formarse en el histórico Cáceres CB --con el que llegó a debutar en competición europea (1995), pero no en la ACB-- ha resultado profundamente ambigua: de tirador nato en Doncel, Melilla y Gijón a especialista defensivo en Fórum y León. También ha jugado en Lobos Cantabria y Huelva, su destino la pasada campaña.

FELICIDAD El club le otorga un papel más allá de lo deportivo y de hecho le presentó ayer en el Palacio de la Isla, sede de la candidatura a la Capitalidad Cultural Europea en el 2016. "Tengo una enorme sensación de felicidad. Han sido muchos años fuera de casa y al fin vuelvo. Era lo que yo quería desde el principio. Ahora tenemos que ayudar todos para que el proyecto siga para adelante", resumió el alero.

Panadero será en principio el jugador más veterano del equipo y se intuye que para él serán los galones de capitán. El recuerdo de Enrique Fernández --también cacereño, también jugador exterior, también emigrante regresado-- sobrevuela sobre él. "Compartí equipo con él y me ayudó mucho. Era otra época y una situación diferente, pero ojalá pudiera hacerlo como él. Es un ejemplo como profesional y como persona", apunta.

A su lado, el presidente, José Manuel Sánchez, y el director general, Manuel Hurtado, no ocultaban su satisfacción. El Cáceres 2016 espera enganchar con fichajes como éste a la afición local. En el stand del Centro Comercial Ruta de la Plata se contabilizan unas 200 inscripciones para hacerse socio, aunque se esperan todavía muchas más. "Es un goteo constante, no quizás al ritmo que pensábamos, pero son fechas difíciles", coinciden los responsables del club.

Panadero concluyó con un particular alegato. Sin ser preguntado, se acercó a los micros y empezó a ejercer de líder: "Hay que agradecer el esfuerzo de los empresarios y la ciudad apoyando el proyecto. Juan Sanguino y yo hemos hecho un esfuerzo (económico) por venir y es el momento de que la gente se involucre y todos podamos disfrutar del baloncesto", espetó.