José María Panadero no pasará por el quirófano para solucionar los problemas que arrastra durante la mayor parte de esta temporada en su rodilla derecha. El escolta del Cáceres 2016 ha dicho "no" a la sugerencia de su club de que sea operado al no ver claros los diagnósticos que ha recibido por parte de sus médicos de confianza. Prefiere seguir ayudando al equipo en la medida de lo posible hasta el final de esta temporada, aunque su papel, ahora que hay otros cuatro aleros en la plantilla --a la espera de resolverse si Dan Cage renueva-- se vislumbra como marginal si no mejora sus prestaciones físicas.

La intervención quirúrgica supondría al menos cinco meses de baja, por lo que la campaña se acabaría para él. Aunque está entrenando y jugando visiblemente tocado , como ocurrió el pasado viernes ante el Vic, la idea del jugador es contribuir en lo que se le pida desde el cuerpo técnico, jugando minutos específicos y confiando en que, a base de cuidados, su articulación sufra menos dolor e inflamaciones del que está padeciendo hasta ahora.

De hecho, Panadero no llegó a entrenar ayer con el resto de sus compañeros por precaución, pensando en que pueda estar en condiciones de saltar a la cancha el próximo sábado en la visita del Cáceres 2016 a Gandía.

EL FUTURO En el horizonte está que el jugador, que acaba de cumplir 32 años y con varias lesiones en su historial reciente, se podría replantear su continuidad en el baloncesto activo al final de esta temporada. En este sentido, su actual club ya ha manejado la posibilidad de incorporarle a su estructura interna, aunque es una opción todavía lejana --al menos según la versión oficial-- y cuya fórmula no se ha articulado todavía.

El Cáceres 2016 meditó durante el pasado verano conseguir más ayuda para Jorge García, su responsable de comunicación y marketing y que también se ocupa de otras numerosas tareas, pero finalmente no entró ninguna cara nueva en la gestión. El director general, Manuel Hurtado, se centra sobre todo en el trabajo de pista desde que fue nombrado entrenador en diciembre del 2007 y parte de sus antiguas tareas, sobre todo de índole administrativo, se las reparten entre García y varios directivos.