Perpetuado para siempre el recuerdo del Bernabéu, el Barça sin pausa de Pep Guardiola, el equipo que marcha desbocado hacia la historia, ya está plantado en el umbral de otro momento de gloria. Frente a esa puerta entreabierta desde donde vislumbra la silueta de Roma y al Manchester, el campeón, esperando plácidamente, frente al último paso que le separa de ese último y definitivo viaje, el Barça ha dejado atrás el miedo de otras épocas, el temor ancestral que ha acompañado a este club durante casi un siglo.

Ahora sonríe. Y con ese gesto lleno de confianza y también de respeto, esta noche (20.45 horas, Canal+), se abrochará el cinturón, listo para vivir emociones fuertes, y se lanzará a por el Chelsea con el mismo entusiasmo que lo hizo ante el Madrid. Si hay que morir, lo hará como un valiente, bajo la fórmula que Guardiola ha convertido en un mandamiento: "Atacar". Lo peor, a priori, serán los problemas en defensa, sin Puyol ni Márquez.

Pero pocos piensan en ese ingrato destino, pendiente de lo que se prevé como una larga batalla que, de momento, empieza de cero y que puede llevar al Barça a su sexta final de la historia. Seis, el número que ha desbancado al cinco en el obligado fetichismo culé. Igual que Roma aparece como el escenario perfecto para completar un glamuroso triángulo mágico: Londres, París y Roma. Suena bien.

LA ROCA AZUL Precisamente a Londres, la ciudad que puso fin a la larga búsqueda del Santo Grial de la Copa de Europa, con Koeman y el joven Pep subiendo los 39 escalones de Wembley, ha llegado Guardiola decidido a engrandecer la leyenda que ya le acompaña, cuando apenas ha echado a andar. Y, de su mano, un grupo que se siente capaz de todo y que, como ocurrió con el Barça de Ronaldinho, se sabe ante la ocasión de hacer historia.

No lo tendrá fácil. En el umbral de esa puerta hay una roca. Envuelta en una elegante tela de color azul. No es una piedra preciosa por más que a su dueño, un millonario ruso, le haya costado una fortuna. Pero es irrompible, o eso parece. En el Camp Nou no hubo manera de moverla. Así que hoy toca volver a intentarlo. Y valdrá más maña que fuerza. "Chocar poco, jugar rápido y atacar". Lo dice Guardiola.

"Si vamos al choque ellos son más fuertes. Así que lucharemos mucho, correremos mucho, intentaremos tener el balón y atacar. Iremos a hacer goles", añadió, frente al que considera el equipo más fuerte físicamente de Europa. Y uno de los que puede ofrecer caras más distintas. "No sé lo que hará Hiddink. Puede jugar de mucha maneras". Intuir si saldrá a la carga o repetirá la fórmula del Camp Nou o se quedará a medio camino, es una de las grandes incógnitas.