No quiere malos entendidos, proclama. Tampoco descartar por decreto a jóvenes de la cantera, con los que, insiste, quiere contar. Pero al mismo tiempo sabe que su primer proyecto como entrenador jefe en el equipo de su vida tiene que partir desde la claridad y el bien común para el club y los jugadores que lo componen.

Ñete Bohigas, entrenador del Cáceres CB, manifestó ayer por la mañana que no descarta que Juan Sanguino y Dani Callejo continúen en el equipo, aunque se mostró partidario de que ambos sean cedidos a un club de la LEB-2 para que sigan con su progresión. Así se lo ha hecho saber directamente a sus representantes y a ellos mismos.

"Tanto Sanguino como Callejo quieren jugar. Ambos han estado en la ACB, en el caso del primero cinco años, pero no ha podido competir y entendemos que lo mejor es que lo hagan", asegura el cacereño.

Bohigas cree que no es conveniente que jueguen "un papel secundario" y que no puede garantizar a ninguno de los dos que disputen minutos de calidad. "El Cáceres no está cerrado para ellos y si no hay acuerdo tendrán las puertas abiertas", incidió, aunque adelantó que la estructura de su plantilla se va a basar en dos jugadores interiores extranjeros.

"Ambos necesitan competir y demostrar que están a buen nivel", deseó Bohigas. En el caso de Callejo, su continuidad en el Círculo puede estar cerca. "Tiene la suerte de que en su ciudad hay LEB-2", remarcó.