«Fue un año bonito» (Fran Viñuela); «me llevo muy bien con todos» (David López). Los dos jugadores del Cacereño con pasado en el Diocesano (uno el primero y dos el segundo) terminan el entrenamiento y en el horizonte del domingo divisan el derbi local de Tercera División, una histórica cita en la que muchas miradas pueden estar puestas en ellos.

«Yo soy del equipo de la camiseta que defiendo», dice Viñuela, huyendo de sentimentalismos, ante un encuentro en el que los dos jugadores del colíder esperan por encima de todo «ganar». El villafranqués es el máximo goleador del CPC (cinco tantos) en una temporada en la que está sobresaliendo. Incluso, su club actual está intentando ampliar su contrato. «Los goles hay que celebrarlos siempre», apunta cuando se le cuestiona qué hará si anota ante Capea o Miguel, ambos amigos de los dos futbolistas verdes.

«He bajado un poco. No sé si es el cansancio o qué es», asume el habitual ‘7’, un futbolista desequilibrante, con un descaro fuera de lo común dentro del campo y timidez fuera de él.

«No lo tengo claro», dice mientras tanto David López sobre si será titular el domingo. Durante bastantes encuentros sí lo ha sido, aunque comparte minutos con el andaluz Miguel Ballesteros. «Lo que importa de verdad es ganar el partido, juegue quien juegue, y ya está». Dice el sanvicenteño que se tomará el encuentro como otro cualquiera. Autor de un tanto, el de la victoria de hace dos jornadas ante el Azuaga, espera que ante el Diocesano, por qué no, «pueda hacer otro». No le obsesiona, como a Fran Viñuela, el objetivo.

Mientras tanto, José María Rebollo, el entrenador, pasa por delante y recuerda que él también tuvo pasado en el Diocesano. Ahora, en el banquillo, también disfrutará de un derbi que será histórico en el fútbol local. Y esto, para todos.