Reconforta, y no poco en los tiempos que corren, ver imágenes como la que recogemos en esta misma página. Aparecen en la foto inmediatamente inferior no precisamente los que más quieren salir en ellas --siempre los políticos, especialmente los que tienen alguna relación con el deporte-- sino los más jóvenes animadores. Y es que el modestísimo Cacereño Atlético Veracruz --Regional Preferente-- tiene ya a una peña detrás. Como ocurre en Cáceres, pero también en otras ciudades extremeñas como Badajoz, el fútbol está en crisis. Baste decir que equipos como el citado, pero también el Ciudad de Cáceres o el Sagrada Cena --estos dos en Primera Regional-- arrastran a más aficionados que el propio club histórico de Tercera División. La gente, sin referencias de futuro claras porque ni siquiera cree en el propio devenir, no acude a los campos como lo hacía en su día, pero ejemplos como el que se exponen reactivan la confianza en el futuro, y más con niños detrás.