CELTA 0: Cavallero, Angel, Velasco, Cáceres, Contreras, Juanfran, Luccin, José Ignacio (Vagner m.66), Gustavo López (Jesuli m.31), Mostovoi y Milosevic (Catanha m.56).

REAL MADRID 2: Casillas, Michel Salgado, Pavón, Roberto Bravo, Roberto Carlos; Helguera, Beckham, Figo (Guti m.77), Raúl, Zidane; Ronaldo (Solari m.85).

GOLES: 0-1 (m.24) Ronaldo; 0-2 (m.65) Roberto Carlos.

ARBITRO: Pérez Burrull (cántabro). Amonestó a Milosevic, Beckham, Roberto Bravo y Juanfran.

INCIDENCIAS: Partido de la séptima jornada de Primera División.

El Real Madrid no tuvo que hacer excesivo desgaste para superar a un Celta en grave crisis táctica, sin capacidad para inquietar lo más mínimo al cualquier rival mientras éste componga un sistema defensivo mínimamente ordenado.

Pese a todo los célticos dispusieron de un balón que se paseó por el área pequeña de Iker Casillas al minuto del inicio pero nadie acertó a meter la pierna.

Lotina insistió la víspera en mantener el balón y así lo hicieron sus jugadores a costa de practicar un fútbol horizontal, lento y sin ninguna opción a la sorpresa, tanto que durante la primera parte no se pueden contabilizar intervenciones destacadas de la cobertura visitante.

El desconcierto táctico espoleó al Real Madrid que poco a poco acumuló avanzadillas de peligro hacia el área de Cavallero. Con la dinamita que atesoran las botas de los delanteros madridistas, se veía venir que en cualquier momento se podría reventar la ingenua defensa céltica.

Así fue en el minuto 23 cuando una pérdida de balón en el centro del campo propició una contra rápida canalizada por Zidane con pase al hueco de Figo a Ronaldo que el brasileño no desaprovechó con su habitual definición.

HUNDIMIENTO LOCAL

El Celta continuó jugando al paso y el Madrid sufrió aún menos apuros con el marcador a favor, completando un primer tiempo bastante aburrido pero efectivo de resultado, que pudo ser mayor de haber entrado un cabezazo de Helguera que repelió el larguero.

Tras el descanso, los célticos emplearon más decisión en la búsqueda del empate y dio la impresión que podría llegar pese a no disponer de ocasiones claras frente a Casillas. Sus esfuerzos carecían de la mordiente necesaria para batir la meta blanca. Pero un nuevo y sangrante error defensivo desbarató todo el trabajo realizado hasta ese momento. Roberto Carlos hizo un recorte a su marcador en el vértice del área y nadie le salió al cruce, con lo que se permitió el lujo de prepararse un remate con la pierna derecha para fusilar al guardameta vigués.

Aún quedaba tiempo para complicarle las cosas al Madrid pero el ánimo de Celta no está nada firme en los últimos tiempos. La incorporación de Catanha, que reaparecía, aportó poco, pero es que ni Mostovoi dio una a derechas fallando un gol cantado a cinco minutos de la conclusión del encuentro.

RESERVANDO ENERGIAS

Con los vigueses totalmente derrotados, los de Queiroz guardaron fuerzas para otros menesteres y tampoco se esmeraron para hacer más grande el roto a los de Lotina, que mucho tendrán que espabilar si no quieren meterse en territorio peligroso.