Cacereño: Alex, Antonio, Andrada, Jabuto, Garrido, Pulido (min. 60, Carlos), Emilio Rosa (min. 68, Emilio Gil), Lolo (min. 82, Willy), Javi Méndez, Fabiani y Ramiro.

Alburquerque: Rodri, Tejada, Segundo, Jose, Liebroski, Gabri, Toledano, Pinto (min. 44, Montes), Joao, Alvaro y Reino (min. 92, Fernando).

Arbitro: Jaramillo Portero (1). Sus asistentes le llevaron a cometer demasiados errores, aunque acertó en lo más trascendente. Expulsó con roja directa al meta visitante Montes (43´) y al jugador local Carlos (77´). Amarilla a los cacereños Antonio, Andrada, Emilio Rosa, Ramiro y Emilio Gil y al alburquerqueño Gabri.

Incidencias: Apenas 200 aficionados en las gradas del Príncipe Felipe. Tarde lluviosa y terreno de juego en pésimo estado.

Volvieron a romperse las cuentas de la lechera de los rectores deportivos verdes. Esperaban que con el calendario favorable del mes de enero el Cacereño volvería a engancharse a la lucha por algo más digno que la simple permanencia, pero la equivocación está instalada en el club verde desde hace varios años. El equipo del sancionado Miguel Angel Mateos se mostró incapaz de marcar ante un Alburquerque que sólo buscó el empate a cero y que finalmente consiguió el premio necesario para seguir sumando opciones de permanencia. Por su parte, el Amanecer, que descansaba en la jornada de ayer y cuyos técnicos, jugadores y directivos acudieron ayer a ver a su próximo rival, contemplaron atónitos cómo los de Mateos no les echaron una mano en su lucha con el Alburquerque.

La tarde no invitaba a fútbol y el Cacereño volvió a demostrar que está desorientado y que sus responsables técnicos no tienen brújula ni mapa. Ante el Santa Marta siete días antes hubo fortuna, pero ayer todo volvió a las andadas. Hubo un par de ocasiones muy claras para haber sumado tres nuevos puntos, pero la falta de puntería sigue presente.

El rival, sin apenas llegar a la meta de Alex, se permitió incluso asustar en el tramo final con un saque de falta al larguero. En medio, el Alburquerque se quedó al filo del descanso sin portero por una entrada a Ramiro y Carlos volvió a demostrar que le pierden las formas y tuvo que irse a las casetas al poco de saltar al campo por atizarle un mamporro vengativo a Joao. Pese a la claridad, Miguel Angel Mateos volvió a justificar a uno de sus protegidos .