El Badajoz ya tiene su fichaje estrella. El conjunto blanquinegro dio ayer un paso al frente en la configuración de su plantilla con la incorporación de Guzmán Casaseca, que vuelve a casa tras una dilatada y fructífera trayectoria por el fútbol español. «Emocionado, ilusionado y con muchas ganas de empezar», confesaba el fútbolista, que las dos últimas temporadas ha defendido la camiseta del Valladolid, aunque antes había pasado, entre Segunda y Segunda B, por Las Palmas y Alavés, Castellón, Córdoba, Ceuta o Mallorca. B. En su palmarés puede presumir incluso de haber conseguido algún ascenso a Primera División.

Ahora, con 32 años, este jugador con vocación ofensiva vuelve a su ciudad, de donde salió hace 13, con un buena mochila de madurez y experiencia para ofrecersela al Badajoz para el ilusionante año en Segunda División B que se avecina. Se desenvuelve como interior derecho, aunque también puede jugar por el perfil izquierdo y llega para reforzar la zona de ataque el equipo de Juan Marrero, que mañana empezará su segunda semana de pretemporada que concluirá con el primer partido de preparación, el próximo domingo ante el Olivenza en la Ciudad Deportiva oliventina.

Casaseca se formó en el Badajoz, con quien debutó en Segunda en con solo 18 años en un duelo ante el Eibar. Ahora, 14 años después de aquel momento, vuelve a vestir la camiseta blanquinegra en el heredero de aquel equipo, que en cinco años se ha situado de nuevo en Segunda B, una categoría en la que primero tocará asentarse y después, por qué no, pelear por cotas mayores. Para eso ha vuelto Guzmán a su casa, donde espera reeditar los éxitos del pasado y hacer disfrutar a su público con el fútbol que durante muchos años han tenido en otros puntos del país.