Más de 24 horas después, muchos aficionados del Extremadura todavía están impactados por lo vivido en Jaén. En la nueva Victoria, el conjunto azulgrana dibujó una de las páginas más emotivas de su historia desde su refundación en 2007. El mayor desembarco de la afición azulgrana en un estadio foráneo se tradujo en un triunfo repleto de tensión y en una jornada redonda para los intereses azulgranas que vieron como los marcadores le trazaban el pasillo para la permanencia en el Francisco de la Hera. Si el Extremadura logra ganar el domingo (18.00 horas) en Almendralejo al Atlético Sanluqueño (ya descendido), estará virtualmente salvado en Segunda B. Sólo hay una carambola muy remota que podría hacer que todavía tuviera que estar expectante hasta la última jornada. Y hay que tenerla en cuenta.

El Extremadura logrará la permanencia matemática si gana al Atlético Sanluqueño y el Recreativo de Huelva puntúa en el Nuevo Colombino ante el San Fernando (victoria o empate). El aficionado azulgrana no tiene que ver nada más allá de estos dos encuentros, aunque si el San Fernando gana, tendrá que sacar de nuevo la calculadora. Sólo un hipotético triple empate a puntos con Recreativo y Linares le perjudica y le mandaría a promoción, pero para que esto ocurra el Recreativo en la última jornada tendría que ganar en Cartagena y que el San Fernando perdiera en casa ante el Linares. Muchos condicionantes que indican que ganando al Sanluqueño en casa, puede estar todo más que solucionado.

Viaje soñado

La afición del Extremadura disfrutó más que nunca en tierras jiennenses. Desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la madrugada, cuando en una estación de servicio en el camino de vuelta de la decena de autocares de aficionados, el autobús que llevaba a los jugadores del Extremadura les dio una sorpresa y paró a cenar con todos ellos. Los seguidores aprovecharon la ocasión para fotografiarse con cada uno de ellos, abrazarse de alegría y departir unos minutos con los que horas antes habían sido sus héroes en la nueva Victoria de Jaén.

Tras el pitido final, el rincón de la zona de preferencia donde se ubicó el millar de valientes azulgranas explotó de júbilo y allí, durante media hora, los jugadores del Extremadura celebraron un triunfo vital. La euforia provocó que muchos jugadores lanzaran sus camisetas a la grada para que algunos se llevaran un buen recuerdo, aunque el club ha tenido que hacer un pedido urgente de camisetas para que el domingo estén listas. De lo contrario tendrían que jugar de blanco ante el Sanluqueño. Pura emoción.

«Es uno de los días más felices. Ha sido un partido soñado y con una afición de Primera. Ahora hay que estar tranquilos porque todavía no hemos hecho nada. Esto es cómo cuando el alpinista sube a la montaña, pero todavía no ha clavado la bandera. El domingo es nuestro turno para clavarla y no podemos fallar», decía Manuel Franganillo, emocionado por lo vivido. En esa línea se expresó Toni Doblas: «hay que estar tranquilos. Ahora tenemos que pensar en el partido de casa y tratar de llenar nuestro estadio para sacar la victoria que nos falta». La afición ha sacado el lema de ‘más de 10.000’ en el estadio. El Francisco de la Hera se prepara para vivir otro día grande. El de la remontada definitiva.