José Diego Pastelero seguirá siendo el entrenador del Jerez la próxima temporada. La junta directiva del club templario se dirigió a él inmediatamente después de que se consumase la derrota ante el Extremadura, que prácticamente confirmó el descenso a Tercera División de los verdinegros, y le hizo saber que quieren que cumpla su contrato. Pastelero, que tiene firmados dos años más, acepta el reto y ha empezado a dar forma al proyecto de lo que quiere que sea el nuevo Jerez.

"He aceptado --dijo ayer-- porque creo que tengo la obligación de devolver al Jerez lo que yo le pueda haber quitado. Mi único reto es conseguir de nuevo el regreso a la Segunda B lo antes posible".

El entrenador del cuadro jerezano se deshacía en elogios hacia una directiva que, "no sólo confía en mí ahora, en estos momentos tan tristes, ya lo hizo a lo largo de toda la temporada. En cualquier otro sitio no le habrían dando tanto margen a un técnico con la situación en la tabla que hemos tenido. Aunque es cierto que ellos mejor que nadie conocían las grandes limitaciones del equipo".

Y precisamente por esa fe y esa confianza que depositaron en su persona se siente especialmente contrariado. "El descenso me duele fundamentalmente por esa gente que confió en mí. Al margen de la directiva, mi familia, mis amigos... No me gustaría decepcionarles y por eso quiero devolver cuanto antes el club a Segunda B", dijo.