Respetan a todos pero no temen a nadie. La selección española, vigente campeona, llega al Mundial de Alemania como favorita para revalidar el título y está más pendiente de sí misma que de sus rivales. "La verdad es que no hay un equipo que nos preocupe más o al que le tengamos más ganas. Lo único que nos tiene que importar es estar a nuestro máximo nivel", asegura Mateo Garralda, capitán y alma de la selección, que ha visto cómo Juan Carlos Pastor ha obrado una metamorfosis en el equipo nacional. El veterano pivote pacense Juancho Pérez es protagonista de un equipo temible.

En apenas dos años, el técnico ha conseguido cambiar la cara a un conjunto que vivía lastrado con el estigma de perdedor y el síndrome de los 10 minutos negros que parecían perseguirle en los momentos decisivos. Si el míster del Valladolid llegaba en enero del 2005 a Túnez como entrenador provisional, dos temporadas después se planta en la cita germánica con el oro mundial y la plata europea como avales.

La selección cerró ayer su preparación con un triunfo frente a Rusia (39-28) en la tercera jornada del Memorial Domingo Bárcenas, torneo que se adjudicó tras derrotar en las dos jornadas precedentes a Brasil y Polonia. España, que siempre ha ido de menos a más en los grandes torneos, tuvo más problemas defensivos de los esperados ante el combinado ruso, que llegó a disponer de cuatro goles de renta en la primera mitad. Pero de la mano de Juanín y de Iker Romero (máximo goleador con 10 tantos) logró llegar al descanso con una mínima ventaja (20-18). El cambio a una defensa con dos adelantados bloqueó el ataque rival y dio paso a los mejores minutos.

Apuesta por el bloque

"La concentración se ha hecho larga. Ya tenemos ganas de empezar", reconocía Iker Romero. El vitoriano, gran animador de la selección junto a Hombrados, será uno de los puntales del combinado junto a los también azulgranas Juanín y Barrufet que, con 233 internacionalidades, podría superar el récord de entorchados con la absoluta de Lorenzo Rico (245).

Para su defensa del título, Pastor ha vuelto a confiar en el bloque que logró el oro en Túnez y la plata en Suiza. En la inspiración de Uríos, Garralda, Lozano, Davis y los hermanos Entrerríos reposarán parte de las opciones de luchar el 4 de febrero en Colonia por el oro. Víctor Tomás y García Parrondo tratarán de cubrir la baja de Rocas, jugador clave en el esquema de Pastor al que una lesión en el hombro ha dejado fuera del Mundial.

Las lesiones han sido el único lunar de la preparación del conjunto español. Garabaya tuvo que ser intervenido el 26 de diciembre de una rotura del tabique nasal que se produjo en la primera sesión preparatoria de la roja en Santander. Pese a todo se ha recuperado a tiempo y podrá estar en Alemania en detrimento del emeritense Carlos Prieto, que le suplió temporalmente. En el España-Polonia del viernes, Salva Puig, otra de las novedades, se hizo una rotura fibrilar de seis milímetros en el abductor de la pierna derecha y estará tres semanas de baja, permitiendo el regreso al grupo de Beláustegui. Egipto será el primer y principal escollo de la selección en una primera fase asequible en la que se enfrentará también a Qatar y la República Checa. Francia, que arrebató el oro europeo a los hombres de Pastor hace un año en Suiza, se postula como uno de los grandes oponentes en la pugna por el cetro mundial. Los bleus, con Luc Abalo, Jerome Fernández y Daniel Narcisse como principales estiletes, llegan con la maquinaria a punto al campeonato, como demuestra la contundente derrota que infligió el viernes a Dinamarca (30-23), otro de los aspirantes al título. Croacia se antoja como la escuadra más en forma, seguida de Alemania.