Todos los aficionados españoles a la NBA están pendientes del traspaso de Pau Gasol, que tendrá que ser mañana antes de las doce de la noche o esperar ya a la próxima temporada. El que seguro que no se moverá será el extremeño José Manuel Calderón, pese a que su equipo, Toronto Raptors, ha recibido llamadas de varios clubs interesándose por un intercambio que incluya al que, según algunos análisis, está considerado el mejor base reserva de la competición. Ahora se le considera imprescindible y su juego ha superado en bastantes ocasiones al del titular en su puesto, TJ Ford.

La situación de optimismo que vive Calderón en Canadá --en plena carrera por meterse en los play-offs -- contrasta con la de Gasol en Memphis, en el peor equipo de la liga con 14 victorias y 40 derrotas. Sin embarog, la petición del ala-pívot catalán de ser traspasado va camino de no cumplirse si los Grizzlies no aceptan una de las ofertas que han recibido. Según su presidente, Jerry West, las propuestas de equipos como Chicago Bulls, Boston Celtics o New Jersey Nets resultan insuficientes, aunque todo podría ser una táctica para sacar más en la negociación. Mientras, Gasol, incómodo con la situación creada y abucheado en ocasiones por su propio público, espera acontecimientos. Habla a menudo con Calderón, con quien le une una buena relación desde que coincidieron en las categorías inferiores de la selección.