Lebron James abandonó ayer el Staples Center con la derrota más dolorosa que han sufrido los Cleveland Cavaliers esta temporada (105-88) y resonándole en los oídos los gritos de "MVP, MVP" con que los aficionados de los Lakers homenajearon a Kobe Bryant, autor de 20 puntos y 12 asistencias. Pero en una noche que parecía reservada para el duelo de talentos entre los dos mejores jugadores de la NBA, surgió Pau Gasol para robarles parte del protagonismo con una actuación digna de un All Star: 22 puntos y 12 rebotes, su 15º doble-doble de la temporada.

Gasol puso agresividad y ganas. Dominó en la zona en sus duelos con Ben Wallace y Varejao y apenas falló en el aspecto ofensivo (11 de 13 en tiro). "Cuando tienes una noche así, tienes que aprovecharla", explicó el pívot de Sant Boi, que reconoció que los Lakers actuaron muy motivados para no volver a dejar escapar un triunfo del Staples. "No queríamos otra derrota en casa. Era importante reaccionar. Es una victoria significativa", apuntó. Kobe jugó el partido en una situación precaria. A los dos minutos, se le dislocó un dedo y tuvieron que recolocárselo. "Nunca había jugado con tanto dolor", admitió. Pero, poco a poco, se fue animando y superó en el pulso a Lebron James, secado por la dura defensa de los Lakers (23 puntos, en una mala serie de 9 de 25).