La situación de la entidad azulgrana se complica día a día. Quedan prácticamente dos semanas para que se cierre el plazo en el que los clubes tienen que tener al corriente los pagos a sus jugadores y el Extremadura necesita imperiosamente ingresar 75 millones de las antiguas pesetas para hacer frente a las deudas con la plantilla y esquivar las posibles denuncias que surgirán si no cumple. La premura de tiempo, pues, es total. Hay soluciones, pero pasan por la intermediación del alcalde, que está fuera de la ciudad debido a una situación personal delicada. Los días pasan y la fecha fatídica, que puede echar el cierre a una institución con más de ochenta años de historia, se aproxima inexorablemente.

En estas circunstancias, Pedro Nieto intenta mover la ficha adecuada que le haga pegar un vuelco a la partida y ponerla de cara a los intereses de su club. Anda agitado, intentando dar con el click adecuado que saque a la entidad de su actual situación de desamparo.

Días atrás estuvo con el teniente de alcalde, Felipe Martínez, urgiéndole a que se tome una determinación, a que alguien asuma responsabilidades durante la ausencia del alcalde. Todo queda pendiente del Ayuntamiento; ellos son la llave que puede asegurar la continuidad del Extremadura como entidad futbolística representativa de Almendralejo. "Alguien en el Ayuntamiento tendrá que asumir responsabilidades mientras el alcalde está fuera. Hay que buscar una solución, hay que sentarse ya a negociar". Imperiosas palabras de Nieto que ve como se esfuma su sueño de reflotar el club.

La ronda de reuniones que se han mantenido con empresarios de la localidad no han tenido el fruto deseado. Cuando el Extremadura -no hace mucho- paseaba su nombre por los campos de Primera División, "todos se jactaban de ser de Almendralejo". Ahora la situación es distinta. Un club humilde que hace poco desembarcaba su higaldía en el Camp Nou o el Bernabéu está con la soga al cuello y su presidente tiene que lidiar con una moneda que esta vez ha salido cruz.

"Son 450.000 euros los que necesito antes del 31 de julio para asegurar que el club no desaparezca y un total de 1,2 millones para poder reflotar la entidad y garantizar que podemos competir la próxima campaña con aspiraciones". Esa es la petición de Pedro Nieto a quien le quiera escuchar. Los últimos coletazos de un viejo dirigente que estará luchando por el club hasta el final, hasta que la historia sea irreversible. Hasta ese momento, cogerá aliento de donde haga falta para evitar lo irreparable; lo que, una vez ocurra, ya no tendrá solución.