"Fernando ha ganado la carrera y yo he marcado la vuelta rápida. Y antes no nos tomaban en serio". Pedro de la Rosa redondeó la exhibición española en Bahrein. Acabó pletórico. Disfrutó como un "animal", tanto que le hubiera gustado que la carrera se alargara "20 vueltas más", incluso con los 42 grados de temperatura a la sombra. Estaba feliz porque su mujer, sus hermanos, sus amigos vivieron su gran día, el primero que pilotó "un coche decente" desde el mismo circuito. Y por el resto de su familia que lo vivió por la televisión, incluida su hija Georgina, de tres años.

De la Rosa igualó su mejor posición en carrera, Italia 2001, con Jaguar Racing, pero las sensaciones fueron completamente diferentes. Se vio penalizado por salir primero y limpiar la pista en la primera calificación, y después, por tener que dejar paso libre a Raikkonen en la arrancada. Aún así acabó quinto, después de cuatro adelantamientos y marcando la vuelta rápida en carrera. "Cuando vine dije que quería disfrutar y es lo que he hecho. Me lo he pasado muy bien, luchando toda la carrera y hasta la bandera a cuadros he ido a tope". Estaba contento, sobre todo, porque demostró muchas cosas este fin de semana. De la Rosa se fue con la alegría de haber hecho la vuelta rápida y de haber demostrado a McLaren que podían contar con él en un futuro inmediato.

Después de la prueba De la Rosa repasó el gran premio con los ingenieros y comprobó que sólo había tenido cinco vueltas en toda la carrera con vía libre. "Pero así son las carreras. Yo creo que el problema ha estado en tener que salir el primero en la primera calificación del sábado, pero lo importante al final es el resultado. También he tenido paciencia, que ha sido lo difícil, ya que debía tenerla para no cometer un error".