Es un caso curioso el de Pedro Rossi. Desembarcó en Extremadura hace cinco años procedente de Argentina, prácticamente con las manos vacías, y, en la actualidad, es secretario técnico a la vez que entrenador interino del Cacereño tras la sorpresiva marcha de Miguel Angel Mateos. Es el responsable de la renovación de la primera plantilla tras unas erráticas campañas y, tras la imagen dada por el equipo en pretemporada y las dos primeras jornadas, todos aquellos que le vilipendiaron durante el verano se han replegado a sus palacios de invierno a la espera de mejor ocasión para afilar sus garras.

Es listo. Mucho más de lo que parece a simple vista. Y tiene pinta de sabérselas todas. Sabe, aunque no lo diga, que las palabras de Mateos a este periódico sobre el valor y el precio de los futbolistas provocaron su marcha y transita con delicadeza sobre el espinoso asunto de la plata que Félix Campo invierte en el equipo. "Yo trabajo para una empresa que se llama Cacereño y no me interesan los asuntos económicos. Los futbolistas que han venido son buenos. ¿Y baratos?. No sé. Saviola no es barato, es un buen futbolista, pero al Bar§a no le ha dado buen rendimiento. Lo de barato y caro es muy relativo" , señala.

Tras la precipitada dimisión de Mateos, algunos se apresuraron a apuntar que Rossi había estado detrás, moviendo los hilos como un siniestro tramoyista, para hacerse finalmente con las riendas del equipo. "Eso es totalmente falso. Con Mateos y su familia tengo muy buena relación. El estaba contento con el equipo, tenía buena química con la plantilla. Lamento y me sorprendió mucho su marcha", destaca a la vez que duda de que él sea el único beneficiado de su marcha: "Mi trabajo estaba hecho y podía quedarme en un segundo plano; ahora, sin embargo, las ostias van a ir para mí".

A Rossi le quedan 7 meses para tener título.Eso obliga al club a buscar entrenador. Con él en la mano, el argentino seguiría. Es un hombre del club y de confianza para los Campo. Pero él se mantiene alerta siempre. Como dice un aforismo, ´sólo los cobardes se relajan´ y él sabe que en esto del fútbol "un día sos perro y al otro escopeta".