Los campeones mundiales Valentino Rossi (Yamaha) y Daniel Pedrosa (Honda) lograron dos laboriosas victorias en el Gran Premio de Italia de motociclismo, que se disputó en el circuito de Mugello y confirmaron una vez más sus claras aspiraciones a renovar los títulos mundiales obtenidos la pasada temporada.

El italiano Valentino Rossi tenía en mente como principal rival al español Sete Gibernau (Honda), pero éste quedó demasiado pronto fuera de las cábalas de podio en Mugello ya que una caída en la sexta vuelta le dejó inédito en la quinta carrera. Rossi lo tuvo claro desde el principio, independientemente de quien le achuchara .

Mucho más trabajado resultó el triunfo de Daniel Pedrosa y su Honda en los 250 c.c, pues le surgieron varios rivales que intentaron hasta el último momento amargar una victoria del campeón que, tras los entrenamientos oficiales, parecía muy lejos del alcance del piloto de Castellar del Vallés.

BAJO CONTROL Pero con la seguridad y temple que sólo tienen los campeones, Pedrosa supo llegar a la última vuelta con la ventaja suficiente como para defender con éxito el triunfo, mientras que especatular estuvo Jorge Lorenzo (Honda), que puso en pie a los mejores aficionados. La carrera de Lorenzo, autor del mejor tiempo de entrenamientos, fue verdaderamente genial.

En los 125 c.c. no se hizo justicia y como las carreras no se acaban hasta la bajada de la bandera de cuadros ésta fue una ocasión para comprobar cuanta verdad hay en esa máxima.

El finlandés Mika Kallio (KTM) y el español Héctor Faubel (Aprilia) debieron ser los protagonistas principales del podio del octavo de litro, pero al final lo fueron del infortunio que sufrieron ya que cuando se habían quedado solos en la lucha por el triunfo el primero se fue por los suelos en la última curva de la última vuelta y el segundo no pudo esquivarlo. Así, el húngaro Gabor Talmacsi (KTM) se encontró con la victoria.