La biografía extremeña de José Antonio Pecharromán Fabián (Cáceres, 16 de junio de 1978) guarda muchas similitudes con la de otro grande del deporte nacional. Como Fernando Morientes, el hoy líder del Quick Step Davitamón belga nació en Cáceres. Su madre, que era de Coria, dio a luz al ciclista en un hospital cacereño por cercanías, como sucedió con el jugador del Real Madrid. Y tras nacer, vivió unos años en Extremadura, en la Coria natal de su progenitora, antes de emigrar a tierras manchegas, igual que el delantero blanco. Mientras el futbolista aterrizaba en Sonseca (Toledo), el ciclista lo hacía en Daimiel, en la provincia de Ciudad Real.

Pecharroman, gallo de la escuadra belga, llega a la Vuelta hipermotivado. Las lesiones no le han respetado en el pasado reciente y pretende acercarse, sino reeditar, los éxitos de campañas precedentes. El pasado año ganó la Bicicleta Vasca y la Volta a Catalunya en las filas del Paternina-Costa Almería. Quizás por ese excelente de forma era uno de los candidatos a hacer grandes cosas en la pasada edición de la Vuelta. Sin embargo se vio obligado a abandonar cuando apenas se habían disputado las diez primeras. Era un adelanto funesto de lo que vendría después. Una doble fractura en la muñeca le ha hecho permanecer fuera del pelotón demasiado tiempo en la presente campaña. De ahí su sana aspiración de tomarse una especie de revancha.

Con el permiso de la carretera, entrará en el mismo Cáceres que le vio nacer el 21 de septiembre pasadas las 17.00 horas y como líder de un equipo que tiene depositadas todas las esperanzas en él. El extremanchego no quiere fallar. El pelotón extremeño I