CD Badajoz: Bruno; Jaraíz, Aloisio, Solano, Cardoso; Ruby, Sandro (Min. 55 Toni Vela); Cajoto (Min. 80 Ale Herrera), Ortiz (Min. 46 Viyuela), Tete; y Paolo Etamané.
Celta de Vigo B: Sergio Alvarez; Sergio Rodríguez, Gafoor, Víctor Vázquez, Víctor Fernández; Pillado (Min. 63 Pedro García); Pedro Vázquez, Mateo (Min. 79 Denis), Edgar, Jota; e Ikechi (Min. 81 Eder).
Goles: 0-1. Min. 34. Víctor Fernández. 0-2. Min. 57 Ikechi. 0-3. Min. 66. Mateo. 0-4. Min. 76. Jota.
Arbitro: Moral Alfonso (0). Amonestó al local Etamané.
Incidencias: Estadio Nuevo Vivero. Unos 1.700 espectadores. Encuentro correspondiente a la primera jornada de liga en el grupo I de Segunda División B. Terreno de juego en excelentes condiciones.
Un gol de penalti de Ruby dio el ascenso al Badajoz a Segunda B y un penalti lanzado por el mismo jugador en la misma portería pudo adelantar a su equipo en el estreno liguero ante el Celta de Vigo B, pero el balón salió por encima del travesaño. Después, un correoso y combativo filial del Celta acabó goleando al Badajoz.
Los gallegos jugaron en ocasiones al límite del reglamento y tuvieron a un jugador desequilibrante por su gran velocidad, el escocés de origen africano, Ikechi Anya, que trajo en jaque a toda la defensa albinegra. El primer tanto vigués llegó de rebote, obra de Víctor Fernández a los 34 minutos, el segundo fue un golazo de vaselina de Ikechi a los 57, el tercero un magnífico tanto mediante una pared entre Jota y Mateo que culminó éste en el 66 y diez más tarde, un centro de Edgar por la derecha lo remató solo Jota logrando el 0-4.
CORREOSO RIVAL Tras el juego duro, el Celta B tuvo las dos primeras ocasiones. A los 9 minutos un centro por la derecha de Pedro Vázquez no pudo rematarlo Ikechi al cortar la defensa, y a los 16, el lateral izquierdo Víctor Fernández remató raso directamente fuera.
El equipo de Adolfo Muñoz fue creciendo con mucho corazón y empuje y comenzó a apretar en un centro de Cajoto por la derecha que cabecea Ortiz y atrapa el meta gallego Sergio Alvarez. De inmediato, llegaría la jugada clave a los 20 minutos de juego. Pase en profundidad de Ortiz a Tete que recibe en la banda izquierda se va por velocidad de su par, Sergio Rodríguez, y éste le derriba claramente.
El clarísimo penalti lo lanza Ruby por encima del larguero, desaprovechando una gran ocasión. El Badajoz bajó enteros tras el mazazo y el Celta B siguió a la máxima intensidad con acciones antideportivas muy protestada en la grada, como un manotazo de Edgar a Aloisio que el árbitro no vio. A los 28 minutos, el Badajoz volvió a estar cerca del primer gol en un magnífico pase de Aloisio en largo a Tete y de éste a Ortiz, cuyo disparo ante la salida del meta acabó golpeando el lateral de la red.
Y llegó el 0-1. A los 34 minutos, tras una falta lateral al borde del área el balón le llega a Víctor Fernández que dispara desde la frontal del área, el balón pega en un defensa, despista al portero y se cuela en la red.
Los pacenses reaccionaron por momentos. Tete se cambió de banda, pasando a la derecha para crear dos oportunidades, en un centro que remata fuera Paolo Etamané fuera a los 39 minutos y en un nuevo balón, esta vez cambiando de orientación para Cajoto, que en la izquierda remata cruzado y el esférico sale desviado. Al borde del descanso, Ikechi volvió a realizar una gran carrera y su disparo lo despeja con muchos apuros el meta portugués Bruno tras hacer un extraño el balón. Era el 0-1.
En el inicio de la segunda parte los vigueses salieron más fuertes llegando en un par de ocasiones a la meta local y en la tercera, Ikechi remató al palo a los 56 minutos. Era el aviso del posterior vendaval vigués. Un balón largo sobre Ikechi lo aprovechó el punta con una vaselina que se coló en la meta de Bruno después de que el portero tocase el esférico. Era el 0-2 a los 57 minutos.
Cada diez minutos llegaría un gol más. El 0-3 en una pared entre Jota y Mateo que culminó éste y el 0-4 en un centro de Edgar por la derecha que Jota remató completamente solo. Ikechi fue sustituido y la grada pacense le aplaudió reconociendo su calidad.
