El presidente del Barcelona, Joan Laporta, anunció en la tarde de ayer que Josep Guardiola relevará a Frank Rijkaard como entrenador del Barcelona a finales de la presente temporada.

El dirigente del Barça, tras la reunión de la junta directiva que se prolongó durante más de cuatro horas, valoró "el excelente comportamiento y el trabajo" realizado por Rijkaard, un técnico que, según Laporta, "ha hecho historia" en el club.

En cuanto a la elección de Guardiola, Laporta considera que garantiza "la continuidad del ideario futbolístico" que los ha llevado a "los éxitos", así como que tiene "los conocimientos, la ilusión, la autoconfianza y la estimación del club necesaria para triunfar".

El presidente del Barcelona comunicó "personalmente", al técnico holandés que no seguirá la próxima temporada y éste acató la decisión, según Laporta, "de una forma elegante y, además con mucho sentimiento".

A Rijkaard aún le queda un año de contrato, pero el máximo mandatario de la entidad azulgrana no quiso desvelar los detalles de la rescisión del mismo, ni tampoco la duración del acuerdo que el club y Guardiola firmarán en breve para que éste se haga cargo del primer equipo.

Joan Laporta sí que adelantó, no obstante, que el resto del equipo técnico (Neeskens, Eusebio y Unzué) tampoco seguirá.

EL FINAL DE UN CICLO El presidente del Barça reconoció que este final de ciclo llega, "en gran parte" por su culpa, "por no haber tomado las decisiones que hubieran corregido, quizá, el rumbo de los acontecimientos", y admitió que apostar por la continuidad del técnico tras el fracaso de la pasada temporada "no ha funcionado".

En ese reparto de responsabilidades, Laporta no eximió, ni mucho menos, a los jugadores, quienes "no han respondido a las expectativas" que todos tenían "y tampoco han respondido al entrenador".

Por si quedaba algún tipo de duda, Joan Laporta puso un ejemplo en primera persona. "Si yo hubiese tenido la facilidad para hacer goles de Eto´o o la magia de Ronaldinho, os aseguro que hubiese salido a jugar y me hubiese dejado la piel".

Sin embargo, el dirigente liberó Begiristain, de cualquier tipo de culpa en estas dos temporadas sin títulos.

"El que tiene la máxima responsabilidad en lo que afecta al vestuario, es el entrenador. El trabajo de secretario técnico es de planificación, y esta temporada habíamos planificado una de las mejores plantillas de la historia del Barça", argumentó.

Joan Laporta, quien aseguró que la decisión de sustituir a Rijkaard por Guardiola se ha tomado "por unanimidad", no quiso entrar valorar si el nuevo técnico tendrá ante sí la difícil misión de acometer una profunda remodelación de la plantilla, empezando por Ronaldinho. "Hoy no quiero hablar de jugadores", respondió Laporta con voz quebrada, tono serio y semblante triste.

Fue sin duda el momento más duro para Laporta, quien aseguró que dará explicaciones de todos los errores cometidos "a final de temporada".