Johannesburgo Como si no tuviera suficiente con David Villa y Leo Messi, Pep Guardiola andaba ayer buscando un delantero para el Barça. Pidió voluntarios y decenas de manos se alzaron con entusiasmo. Fue el guiño del entrenador del Barça a las decenas de jóvenes futbolistas que acuden al centro de entrenamiento que visitó ayer en Soweto, dedicado también a programas de prevención del Sida. El técnico no traerá a ninguno de esos chicos que le pidieron consejo para, algún día, poder escuchar esa oferta en serio. "Jugar, jugar y jugar, una hora, dos horas o 24 horas", les dijo Guardiola.