Pepe Bizcocho no esconde su indignación. "Están jugando con el Extremadura y creo que esta entidad merece un respeto", dice mientras recuerda lo que pasó en Lorca el pasado sábado: "Sentí tanta impotencia, tanta rabia contenida, que exploté al final y es cierto que dije que estaba pensando en irme y dejarlo todo. Pero dentro de un contexto y teniendo en cuenta las circunstancias", confiesa. "No tiene nombre lo que le hicieron a este equipo y llueve sobre mojado. Apenas llego y nos quitan tres puntos en los despachos. Y ahora esto. Creo sinceramente que nos faltan siete u ocho puntos entre unas cosas y otras. No me digas que no es para salir corriendo. Vuelvo tras 14 años y me encuentro con esto y pienso en salir corriendo y mandarlo todo a paseo". Sin embargo, mucho más tranquilo asegura que "mi compromiso con el Extremadura es firme y no voy a abandonar. Seguiré dejándome la piel intentando conseguir un reto para el que cada día nos ponen más cortapisas. Estoy aquí por un compromiso de fidelidad con esta entidad y asumo que sólo nos queda seguir trabajando. Pero pedimos respeto, nos tienen que respetar".

AUTENTICA FINAL Bizcocho sabe que el partido de la próxima jornada ante el Linares es una final que podría no tener marcha atrás. El Extremadura tiene que ganar o ganar para no hacer peligrar su continuidad en la categoría y su viabilidad cara al futuro. Desde hoy mismo se empezará a preparar el partido.