El oliventino Jesús Perera se ha convertido, casi circunstancialmente, en uno de los deportistas extremeños de moda. El delantero del Celta de Vigo marcó ante el Betis su sexto gol de la temporada (dos en Liga y cuatro en Copa). Un dato que no tendría nada de particular si no fuera porque sólo ha disputado 578 entre ambas competiciones.

"Sabía que marco goles jugando pocos minutos, pero no que fuera en tan pocos. La temporada ha sido bastante mala para mí y he tenido que intentar marcar en lo poco que me han dado", explicaba Jesús Perera en una entrevista concedida a ´La Voz de Galicia´.

El promedio goleador de Perera hace que, cada vez que salta a calentar en Balaídos, la afición le jalee con un grito que se hizo popular en las dos fases de ascenso: "Perera, Bota de Oro". A día de hoy, el extremeño marca un gol cada 96 minutos, unas estadísticas podrían competir con las de los máximos realizadores europeos. El principal candidato a suceder a Diego Forlán como ´Bota de Oro´ es el italiano Luca Toni, que lleva 30 goles en la Fiorentina y un promedio de un gol cada 112 minutos, un registro inferior al del celeste.

De todas formas, Jesús Perera quiere pensar que todo lo anterior es algo anecdótico e prefiere desprenderse de la etiqueta de revulsivo: "No puedo conformarme con jugar tan poco. A pesar de los goles me queda un mal sabor de boca por lo poco que he disfrutado. Tengo 25 años y no puedo meterme en ese rol de jugar tan poco, porque he demostrado en otros equipo que si me dan una temporada entera puedo hacer goles, y además jugando de inicio".

Sin embargo, Fernando Vázquez le dejó claro a principio de temporada que iba a tener que esperar su oportunidad desde el banquillo, una situación que puede mantenerse con la continuidad del técnico en el banquillo celeste. "El entrenador dijo una vez en una charla-coloquio que iba a tener su confianza hasta el final en Baiano y poco se puede hacer en este caso. Hay que asimilarlo y tener paciencia. Está claro que el míster merece la renovación con todo lo que ha conseguido en esta campaña. No se me pasa por la cabeza abandonar el club en el que estoy muy a gusto. Si no entrase en los planes del entrenador, sería diferente".

De momento, Jesús Perera sólo piensa en acabar la Liga en la mejor posición posible y clasificar al equipo para la Copa de la UEFA, tal y como ocurrió en la temporada 2003/2004 con el Mallorca: "Me apetece mucho repetir esa experiencia. Habiendo tres competiciones el año que viene, tendríamos todos más minutos. Después, con las lesiones que por desgracia pueden producirse y con la gran cantidad de partidos, se rotaría más y eso siempre es bueno".

Para ello, el Celta de Vigo tiene cinco partidos para certificar su pasaporte europeo y para convertirse así en el segundo equipo en toda la historia, tras el Betis, que alcanza las competiciones europeas después de ascender a Primera.