Pensaba el Cáceres Patrimonio de la Humanidad que ayer mismo podía celebrar matemáticamente lo que ya parece tener virtualmente: la salvación. Sin embargo, el Barcelona B superó al Ourense (83-69) y habrá que esperar como mínimo unos días para obtener la tranquilidad total.

La derrota del viernes en Melilla (94-65, una de las más abultadas de la historia del club) vino aparejada con otros resultados que sí acompañaron: las derrotas de Sammic en Lugo ante el Breogán en el ascenso lucense (93-89), Clavijo (73-86 ante el Araberri), Iberostar Palma (76-84 ante Oviedo) y Força Lleida (79-75 en Castellón).

Las consecuencias en la zona baja de la clasificación son casi de locos cuando solo restan dos jornadas. Bajando los dos últimos, hay cinco equipos empatados a once victorias y uno más, el Huesca --que sí ganó por 82-63 al Leyma Coruña-- que tampoco puede considerarse salvado porque tiene doce.

Con trece partidos ganados y en el duodécimo puesto, cuesta mucho pensar que el Cáceres vaya todavía a complicarse la vida, pero la posibilidad está todavía ahí a nivel aritmético.

La solución llegaría el próximo viernes (21.00 horas) venciendo al Tau Castelló en el Multiusos. Eso haría que se olvidarse cualquier tipo de cálculo, lo mismo que si pierde uno de estos tres equipos: Iberostar Palma --visita Ourense--, Lleida --recibe al Palencia-- y Barcelona B, que acude a la cancha del Carramimbre Valladolid.

¿SUFRIR EN PALENCIA? / No es muy probable, pero de producirse todo esto (derrota del Cáceres y triunfos de Palma, Lleida y Barça B al unísono) se llegaría a una última jornada en la que los extremeños todavía llegarían con su dosis de angustia a la visita final al Trapa Palencia. Es un escenario que para nada quieren en el club ni en el vestuario, donde se considera que se ha sufrido ya más de la cuenta durante la segunda mitad de la competición. Ahora las recientes victorias ante Lleida y Araberri están adquiriendo todavía más valor.

Después de descansar del largo viaje a Melilla, el equipo volverá a los entrenamientos hoy muy pendiente de lo que suceda con Niko Rakocevic, del que se teme que se fracturó el dedo de una mano en el último encuentro, lo mismo de lo que se recuperó hace apenas dos semanas. De ser así, se perdería lo que queda de temporada y el conjunto de Ñete Bohigas volvería a disponer de solo ocho profesionales.