El atletismo extremeño continúa reclamando una pista cubierta donde sus especialistas puedan ejercitarse con comodidad durante los meses de invierno. El proyecto de Cáceres, que se lleva anunciando hace unos años, está actualmente paralizado en apariencia, a pesar de las virtudes que, según la Federación Extremeña, traería para el atletismo disponer de este tipo de instalación que ya tienen la mayoría de las otras comunidades.

El pasado mes de marzo se anunció que la Junta invertiría 1,7 millones de euros en el primer módulo cubierto de atletismo de la región. Iría enclavado en el Nuevo Cáceres y se esperaba que las obras tuviesen un plazo de 24 meses.

El objetivo era crear un recinto completamente cerrado, cubierto y provisto de iluminación, calefacción y ventilación, que proporcionase las condiciones más satisfactorias para el perfeccionamiento de los atletas, así como un graderío y espacios o dependencias auxiliares, tanto para deportistas como para el público.

El contraste

Lo más curioso, e incluso paradójico es que, pese a no poder entrenarse bajo techo en los meses de frío, varios de los atletas extremeños están situados entre los mejores de sus respectivas disciplinas.

Son los casos de María Antonia Duque --internacional en los Juegos del Mediterráneo y subcampeona de España absoluta en 60 y 100 metros lisos--, Víctor Rosas --internacional y subcampeón de España absoluto de 100-- , Enrique Márquez --subcampeón nacional absoluto de salto de altura e internacional--, Iván Román --bronce en el campeonato de España de salto de longitud--, David Alonso --plata nacional junior en altura--, Sergio Torija --plata nacional junior en altura--, Antonio Rosales --medallista en campeonatos de España junior y juvenil en 200 y 400-- y Fernando Rosales, que también ha subido al podio en categorías inferiores en 400.

También hay otros atletas de menor nivel --David Vadillo, Francisco Pulido, Eduardo Vilar y Francisco Javier Martín-- que también han acreditado buen rendimiento en estas complicadas circunstancias.

Estos atletas, afincados en Extremadura, deben desplazarse como mínimo a unos 300 kilómetros para poder competir bajo techo. Las instalaciones más cercanas que tienen están en Madrid, Sevilla y Valladolid.

Posibles beneficios

Según un informe de la Federación Extremeña, el número total de atletas que se beneficiarían de la futura instalación sería bastante elevado, ya que serían los adscritos a la futura residencia de la Ciudad Deportiva de Cáceres, además de los atletas controlados por la propia federación, que podrían verse ayudados por la asistencia médica del laboratorio de medicina deportiva de la Universidad de Extremadura.

Los técnicos adscritos a la federación encargados de su coordinación serían Javier Brazo, Pedro Talavera y Jesús Hidalgo, entrenadores de varios de los mejores atletas extremeños. Los dos últimos son además adjuntos del Comité Técnico de la Federación Española de Atletismo, colaboradores en los sectores de velocidad y fondo.

Preferible pista cubierta

En su informe, la federación regional se decanta por que se construya una pista cubierta y no un simple módulo, ya que aparte de su utilización para entrenamientos podría albergar competiciones de nivel medio e incluso concentraciones de la selección nacional.

Curiosamente, Extremadura tiene un alto número de pistas al aire libre para lo que es su número de atletas. Aunque algunas están sin homologar, en total son 19 las que están en funcionamiento --Cáceres (dos), Navalmoral, Plasencia, Valencia de Alcántara, Badajoz, Olivenza, Villafranca, Villanueva de la Serena, Don Benito, Monesterio, Mérida, Zafra, Castuera, Jerez, Almendralejo, Cabeza de Buey, Azuaga y Montijo-- y otras tres en construcción (San Vicente de Alcántara, Llerena y Alburquerque).