Plasencia Galco y Cáceres 2016, invictos en el mes de marzo, se han convertido en los equipos de moda en la Liga LEB gracias a sus triunfos en las canchas de los líderes del pasado fin de semana. Ya nadie discute que ambas escuadras no pasarán apuros para continuar en la categoría y ahora la batalla es otra: luchar por estar entre los ocho mejores que disputen los play-offs de ascenso. No será sencillo, pero placentinos y cacereños llegan a tope al momento cumbre de la liga regular e intentan recuperar a los jugadores que tienen problemas físicos.

En el conjunto jerteño están pendientes de la fisura en un pie de Howard Brown, aunque no ha dejado de jugar. Sin embargo, está siguiendo una exhaustiva rehabilitación para ponerse totalmente bien. De hecho, sólo entrena por las mañanas con el equipo. Por su parte, Jonathan Barceló arrastra una molesta amigdalitis.

Para Dani García, su equipo podría estar más arriba incluso si hubiese ganado alguno de los nueve finales igualados que ha perdido. "Creo que durante toda la temporada hemos estado en buena forma. Si hubiésemos ganado un par de partidos más ya estaríamos entre los ocho primeros", afirma el técnico. Cita decisiva se prevé la del próximo viernes (21.00 horas) frente al Farho Gijón, actual ocupante de la octava plaza.

MOYA, BIEN En el Cáceres 2016, la buena noticia es la recuperación de Ramón Moya, que el pasado sábado apenas pudo jugar ante el Fuenlabrada por una ligera torcedura de tobillo en el primer cuarto. Los dolores le han remitido desde que terminó el encuentro y ayer estaba en disposición de correr, aunque no de participar en el entrenamiento con el resto de sus compañeros, algo que espera hacer hoy.

Si no hay complicaciones imprevistas, Moya podrá estar el viernes en la visita del Algeciras. Su análisis como espectador obligado del choque ante el Fuenlabrada ofrece dos claves sencillas: "nuestros dos americanos hicieron un partidazo en ataque --entre Josh Asselin y Kerry Blackshear sumaron 56 de los 77 puntos del equipo-- y todos en general estuvieron muy fuertes en defensa".

En su opinión, la permanencia ya está en el bolsillo, aunque no esté asegurada matemáticamente: "Lo que hay que hacer ahora es mirar hacia arriba y ver si podemos luchar por esa octava plaza, jugando como últimamente y ganando sobre todo en casa, aunque siempre yendo partido a partido".