El Plasencia Galco visitó el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza con la incredulidad de lograr la victoria como tarjeta de visita ante un gigante con pies de barro, el CAI Zaragoza, y cuando se dio cuenta de que podía haberlo hecho no fue capaz de canalizar su juego para conseguirlo.

Los hombres de Dani García que llegaron a tener una desventaja de veinticinco puntos (54-29) al comienzo del tercer cuarto a menos de dos minutos para el final se situó a sólo una canasta (74-71) ante un equipo zaragozano al que el balón le quemaba en las manos, pero los varios lanzamientos triples que se jugaron los placentinos en la recta final no surtieron efecto y vieron esfumarse sus posibilidades de volver a meterse en puestos para jugar las eliminatorias por el título.

El CAI Zaragoza, que no pudo contar con su último fichaje Brent Scott por problemas burocráticos, dejó patente una vez más que debe mejorar sustancialmente si quiere ser uno de los dos equipos que esta temporada ingrese en la máxima categoría del baloncesto español, la liga ACB, y de la que la capital aragonesa sólo hace un par de días tuvo un magnífico ejemplo con la disputa de la Copa.

Al comienzo, los placentinos no permitían que su rival se escapase en el marcador sobre todo gracias a la movilidad de Javi Pérez que anotó siete puntos en el primer cuarto y que con el primer triple llegó a situar a su equipo a un solo punto (17-16).

DESPEGUE ZARAGOZANO Los zaragozanos reaccionaron y con la réplica de otro triple de Núñez y una canasta de Ferrer acabaron el primer cuarto con seis puntos de ventaja.

Las cosas no pudieron empezar peor para los hombres de Dani García en el segundo cuarto en el que con un parcial de 7-0 vieron como su rival superaba por primera vez la barrera de los diez puntos (30-16) y su primer punto tardaba en subir al electrónico más de dos minutos y medio. Los problemas para parar a los zaragozanos eran cada vez más evidentes y una canasta de Reynolds permitió a su equipo alcanzar la máxima ventaja hasta ese momento (44-21, min. 17).

El problema para los locales era mantener la concentración a pesar de los continuos fallos en tiros cómodos de los visitantes y les costó lograrlo pero aún así no pudieron irse al vestuario con más de un claro 46-27.

Tras el descanso, un 0-11 en una fase de juego desconcertante por parte de los locales acercó a los visitantes por primera vez (54-40), aunque supieron reaccionar para poder afrontar los diez últimos minutos con dieciocho puntos, una ventaja que parecía inalcanzable para los hombres de Dani García.

Los zaragozanos se disolvieron como un azucarillo y dejaron de ofrecer noticias de su presencia en el campo ante un rival que empezó a creer que podía llevarse algo positivo. Tres triples de Barceló y un CAI que parecía jugar con balón medicinal veía cómo se le podía ir el triunfo, algo que ni el más pesimista de los presentes podía imaginar al final del tercer cuarto, pero al final la responsabilidad también hizo mella en los extremeños.