El Plasencia Galco intenta aprovechar el optimismo producido por la victoria del pasado miércoles frente al León Caja España (89-79) e imponerse en una cancha teóricamente propicia como la del Melilla. El equipo de la ciudad autónoma todavía no ha ganado un solo partido tras ocho jornadas. Será a partir de las 18.30 horas.

La llegada de Mark Poag ha supuesto todo un revulsivo para un conjunto que no estaba funcionando. Un solo jugador parecía la pieza que faltaba, anotando el miércoles 21 puntos y, sobre todo, contagiando a sus compañeros, que ejecutaron un baloncesto de calidad. El comienzo titubeante en el aspecto ofensivo parece quedar atrás.

EL FUTURO No obstante, aún hay que ser prudentes. El encuentro de esta tarde se presenta como muy importante para interpretar las posibilidades futuras de los jerteños y saber la medida de sus posibilidades. Una victoria supondría acercarse a los puestos nobles de la clasificación de la LEB, mientras que una derrota supondría un retroceso que además alimentaría las esperanzas de un rival directo por el objetivo inicial de la temporada, la permanencia por tercer año consecutivo en la segunda categoría del baloncesto español.

La cita llega además en un buen momento en el plano físico para el Plasencia, puesto que ésta ha sido la primera semana en la que el técnico Dani García ha podido contar con todos sus jugadores. Javier Salsón, que se lesionó al principio de la pretemporada, ya disputó algunos minutos en el partido ante el León y poco a poco se espera hacerle un hueco en la rotación. Con su recuperación ya son once los jugadores de los que se puede disponer.

VIAJE Y RIVAL El equipo placentino salió muy temprano ayer para enlazar con un vuelo Madrid-Melilla. A las 21.00 horas tenía previsto tomar contacto con la pista del pabellón local. El regreso será mañana, ya que no hay transportes disponibles hasta entonces. La cautela imperaba entre la plantilla. Dani García no es amigo de euforias y sobre todo intenta inculcar que lo único que le sirve es seguir en esa línea. De poco serviría haberle ganado al líder si se cae ante el colista.

En cuanto a los antecedentes, el Plasencia ha ganado uno de los dos partidos que ha disputado en la ciudad autónoma. Fue hace dos temporadas, cuando culminó una racha de siete victorias consecutivas. Hace unos meses perdió en la última jornada de la liga regular.

Melilla parece un río revuelto asequible para pescar. Como es habitual en el único equipo que ha jugado siempre en la LEB desde su creación, ya ha realizado varios cambios en su plantilla. Joe Vickery ha sido sustituido por Donald Williams y también ha llegado Frank Tchiloemba. Expedientados por su actitud están actualmente Greg Newton y Van Stein. La continuidad de ambos está en entredicho. Tiene varios jugadores interesantes: Edward Santana (ex Cáceres y Los Barrios), F. J. Martín (antiguo jugador del Círculo Badajoz), Nacho Romero (internacional español a finales de los 90 y bronce en el Eurobasket de Francia) y Soleymane Drame (componente de la selección nacional junior que fue campeón del mundo en Lisboa). Su técnico, José María Izquierdo, podría ser destituido en caso de derrota.